CANELO VENCIÓ A RYDER POR DECISIÓN UNÁNIME EN SU REGRESO A MÉXICO

El mexicano no pudo noquear al inglés pero se llevó la pelea en territorio azteca

Y sigue siendo el Rey. Canelo Álvarez entró al Estadio Akron como Campeón Indiscutido de Peso Supermediano, pero no se fue igual, porque ganó el mayor título de su vida: el cariño de la afición mexicana.

Con un poderoso regreso a su tierra, Guadalajara, Saúl venció a John Ryder de forma contundente, aunque el gran pendiente fue el nocaut. Aun así, los puños del azteca se bañaron en sangre para retener los cinturones del CMB, AMB, OMB y FIB.

Aunque muchos expertos verían un cloroformo del tricolor, la realidad es que, pese a que estuvo cerca, de a poco se fue agotando. Sin embargo, dominó la reyerta y las tarjetas lo favorecieron con decisión unánime.

El primer episodio fue el clásico round de inicio, con ambos boxeadores clavados a la lona; Canelo buscó más contacto, pero el británico también tiró un par de combinaciones peligrosas.

Para el segundo round, el mexicano tomó vuelo y con un 1-2 poderoso dejó en claro que las condiciones de la pelea las pondría él, por lo que Ryder retrocedió y se vio bastante mal en este episodio.

El británico salió vivo de milagro al tercer; Canelo le reventó la nariz, lo castigó en el hígado y lo hizo sangrar de forma dramática, coqueteando ya con el nocaut para terminar la pelea.

Sorpresivamente, John no sólo aguantó, sino que también salió respondón en el cuarto, aunque el mexicano fue demasiada pieza y lo volvió a castigar de forma severa en la cara.

El momento más poderoso del mexicano fue en el quinto round, pues mandó a la lona al británico ante la explosión del Akron; Ryder se levantó, pero ya era cuestión de tiempo para acabarlo.

Saúl se apiadó de su rival y lo consintió a tal grado que éste despertó para dar unos breves avisos de recuperación; el mexicano se mantuvo en la zona fuera de los golpes en el sexto episodio.

Con el control pleno de la reyerta, este round no fue más que un regalo para la afición mexicana, pues Canelo pudo ir por el nocaut, pero decidió aguantar a Ryder.

La campana salvó de forma providencial al británico, quien había aprovechado el bajón físico del tapatío, pero que en los últimos segundos abrió su guardia y se fue al piso en el cierre del octavo.

Una injusticia lo que hizo el réferi en el noveno round, pues Ryder no tuvo respuesta en el último minuto tras un poderoso impacto del mexicano, quien le sacudió la mandíbula y las ideas.

Canelo llegó cansado al décimo round, mientras que el británico tomó aire y combinó con jabs que hicieron temblar por un segundo al jalisciense.

Los casi 33 años de Saúl Álvarez se notaron, el gas se terminó y Ryder abrió una puerta a una pelea más sucia, en la que es experto, llevándose el penúltimo round.

La pelea terminó con un Canelo agotado y un John impetuoso, pero lejos de dar una sorpresa con un nocaut en la casa de Álvarez, por lo que sólo fue de trámite.

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