Desde el 2019 el gobierno federal se ha endeudado más de lo que ha gastado en la inversión física, de acuerdo con un análisis de México Evalúa.
Si bien en el 2019 la diferencia entre el gasto en inversión y los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) fue de apenas 5,000 millones de pesos, a lo largo del tiempo esto se ha incrementado.
Al cierre del año pasado, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gobierno gastó 934,744 millones de pesos en inversión física, mientras que los RFSP fueron por 1 billón 260,915 millones de pesos.
“Pasamos de una narrativa de la austeridad a una realidad de laxitud fiscal (…) Un mayor techo de endeudamiento en una economía más pequeña puede ejercer una mayor presión fiscal. El gobierno debe tener un control importante”, señaló Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
Destacó que el año pasado el sector público incurrió en un endeudamiento histórico, que representó 4.4% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, resultó 264,000 millones de pesos mayor a lo aprobado por el Congreso para el año.
Señaló que en la actual administración se ha tenido una tendencia creciente respecto al endeudamiento, y esto podría incrementar hacia el cierre del sexenio por los procesos electorales, ya que usualmente no se promueve el cobro de impuestos y se impulsa el gasto social.
“El entorno electoral no incentiva la disciplina presupuestaria y, por otro lado, tenemos unos fondos de estabilización mermados que no ayudan a que el gobierno reaccione, entonces sí hay focos rojos”, agregó la analista.
Tren Maya, el consentido
Si bien el año pasado la inversión física creció significativamente, Jorge Cano, investigador de México Evalúa, destacó que esto se debe principalmente a los recursos que se destinan a obras emblemáticas del gobierno, donde el Tren Maya ha sido el consentido.
El año pasado, el gasto en inversión física resultó 25.2% mayor al que se reportó en el 2021. Lo anterior supuso el mayor crecimiento para este gasto desde el 2009, cuando los recursos destinados a la infraestructura pública aumentaron en 39.5%, con lo que se ubicó en su mayor nivel del sexenio; sin embargo, está 4% por debajo del nivel promedio del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Además, si se descuentan obras insignia como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, la inversión física fue de solo 609,000 millones de pesos”.
Añadió que, en el caso del Tren Maya, el gasto ejercido fue de 178,600 millones de pesos, 373% mayor al año previo y sobrepasó en 181% el gasto que le fue aprobado para ese año.
En el caso de la Refinería Dos Bocas, se gastaron 146,000 millones de pesos, 19% mayor al 2021 y 225% más a lo aprobado.