Menores de edad que estaban siendo desalojados del campamento improvisado de migrantes rompieron en llanto mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y Dirección de Limpia recogían pertenencias de distintos migrantes como desecho a un camión recolector.
Uno de los menores llamó a un adulto por teléfono mientras se desarrollaba el operativo para contar sobre lo que estaba sucediendo.
En otro caso, una adolescente reclamó a los funcionarios por no ofrecer un refugio seguro, ante el temor de otro siniestro como el que terminó con la vida de 40 migrantes en un incendio en el Instituto Nacional de Migración el 27 de marzo.
Además, varios migrantes reclamaron el presunto maltrato policial, pues, dijeron, no migran porque quieren sino por necesidad y han pasado vejaciones en otros países.