Luego de más de mil 700 kilómetros durante siete días a bordo de “La Bestia”, un grupo de aproximadamente 20 migrantes llegó el lunes a Ciudad Juárez con hambre, sed y mucho cansancio, pero también con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos para trabajar.
“Ya llegamos… he cruzado cinco países y ahora sólo un río, una valla y un muro me separan de Estados Unidos, lo que más quiero es llegar a trabajar”, dijo un venezolano, quien al bajarse del tren de carga caminó por más de una hora para llegar hasta el Instituto Nacional de Migración (INM) como parte de un grupo de ocho migrantes.
“Estamos hambrientos, tenemos días que no comemos comida salada”, aseguró mientras descansaban en una de las jardineras ubicadas en el exterior de la Presidencia Municipal.
Con el estómago vacío, pero el cansancio de viajar sobre los vagones del tren durante las noches frías y el sol del desierto durante los días, los sudamericanos decidieron reponerse primero bajo la sombra y tomar un poco de agua, mientras preguntaban si había un refugio cercano y en dónde podían comer algo.
Mientras uno de ellos mostraba el muro de acero a un familiar a través de una videollamada, otros buscaban en donde cargar las pilas de sus celulares cuando descubrieron que estaban sentados frente al edificio del INM en el que el pasado 27 de marzo murieron 40 migrantes extranjeros y 28 más resultaron heridos.
“¿En dónde murieron los paisas?”, preguntaban al ver el altar en honor de los que perdieron la vida en busca de cruzar la frontera, al igual que ellos.
Después de dos meses de migrar desde países como Ecuador y Perú, los venezolanos buscarán conseguir una cita para ingresar a Estados Unidos a través de la aplicación móvil CBP One.
“Desde Tapachula hasta acá hay 30 retenes, por eso el camino que pudimos lo hicimos en el tren”, explicó Ronald, un venezolano quien dijo haber llegado hace dos días a la ciudad, también a bordo del tren de carga, ya que aseguró que pese a los riesgos que significa viajar sobre los vagones del “monstruo” de metal, fue el transporte más seguro que encontraron él y su familia para acercarse a la frontera.