Los felinos propusieron un poco más, pero el esquema de Paunović los privó del gol
Tigres pesó en las gradas pero no en el marcador ante Chivas. Si bien la Final de Ida se desarrolló en medio de un juego dinámico en el que los regiomontanos dominaron, no consiguieron concretar sus jugadas más claras de gol y ambas escuadras firmaron un empate sin goles, en donde el espectáculo quedó a deber.
Miles de ‘incondicionales’ hicieron vibrar al Volcán, pero por más que sus jugadores intentaron llevarse ventaja en casa, no les fue posible en parte por la compacta defensa que presentó el Rebaño, y también por los desatinos que tuvieron frente a la portería de Miguel Jiménez.
Por parte del conjunto rojiblanco, la única jugada de peligro que generaron al primer tiempo corrió por parte de Isaác Brizuela, pero es una realidad que al equipo aún pesa la falta de in ‘9’ que tenga contundencia y capacidad de rematar las jugadas en el área de sus rivales.
Las jugadas polémicas no faltaron. El arbitraje fue cuestionado y rechazado por gran parte del afición universitaria que con pitidos y gritos de desaprobación hicieron sentir su inconformidad por algunas acciones que se dieron durante el encuentro, incluso el cuerpo técnico de Robert Dante Siboldi reclamó.
La realidad es que, contrario a las altas expectativas que generó una nueva final entre Tigres y Chivas, hizo falta la emoción de un gol y este resultado terminó por dejar una sensación de alivio en el Rebaño que ahora buscará cerrar la fase a favor en casa.