Hace 252 millones de años, la Tierra experimentó un devastador calentamiento global que llevó a la extinción de entre el 85 % y el 95 % de las especies que la habitaban.
El evento, conocido como la extinción masiva del Pérmico-Triásico, ocurrió a raíz de erupciones volcánicas masivas y allanó el camino para el dominio de los dinosaurios.
La gran extinción fue larga: se prolongó durante un millón de años al final del período Pérmico. Recientemente, se publicó el estudio de un registro fósil hallado en África, en el que se analiza cómo las especies lucharon por establecerse en un entorno cambiante.
Un ejemplo de esa lucha por la sobrevivencia fue el ‘Inostrancevia’, un depredador del tamaño de un tigre que tenía los dientes de sable. Los fósiles de dos especímenes de esta especie fueron encontrados en 2010 y 2011 en la cuenca Karoo en Sudáfrica, aunque antes se creía que vivía solo en el territorio de la actual Rusia.
Según un artículo de la revista Current Biology, estas criaturas ocuparon un nicho ecológico vacante y recorrieron más de 11.000 kilómetros hasta llegar a África para salvarse, pero eso no los ayudó. En ese momento, tanto los Urales como Sudáfrica formaban parte del mismo supercontinente Pangea.
“Todos los grandes depredadores del Pérmico tardío en Sudáfrica se extinguieron mucho antes de la extinción masiva del final del Pérmico. Hemos descubierto que ‘Inostrancevia’ ocupó ese nicho durante un breve periodo de tiempo”, sostuvo Pia Viglietti, científica investigadora del Museo Field de Historia Natural (Chicago, EE.UU.) y coautora del artículo, citada en un comunicado del museo.
‘Inostrancevia’ formaba parte del grupo de animales que incluye a los mamíferos modernos. Fue el primer depredador con dientes de sable de la historia y es probable que tuviera piel de elefante o de rinoceronte. No está claro cómo los ‘Inostrancevia’ llegaron tan lejos y cuánto tiempo les tomó.
“Hemos demostrado que el cambio en los grupos de animales que cumplieron roles de depredadores ápice se produjo cuatro veces en menos de dos millones de años, en medio de la extinción masiva del Pérmico-Triásico, lo que no tiene precedentes en la historia de la vida terrestre. Esto subraya cuán extrema fue esta crisis, en la que incluso las funciones fundamentales de los ecosistemas se vieron sometidas a un cambio extremo”, manifestó Christian Kammerer, primer autor del estudio e investigador en paleontología en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte (EE.UU.) y en Field.
La vulnerabilidad de los depredadores ápice de la antigüedad coincide con la que tienen hoy en día: estos animales se encuentran en alto riesgo de extinción frente a actividades humanas como la caza o la destrucción del hábitat, explicó Kammerer.
Además de añadir nuevos datos sobre el evento de extinción que contribuyó al surgimiento de los dinosaurios, Viglietti señaló que este estudio es importante por lo que puede enseñar sobre los desastres ecológicos que el planeta experimenta actualmente.