El presunto “terrorista” que plantó bombas caseras en dos ocasiones fallidas en el centro comercial Gran Patio Zaragoza sufría serios problemas de enojo y ansiedad, según sus propias declaraciones realizadas ante el Ministerio Público Federal ayer domingo, luego de ser reaprehendido por diversos delitos, entre ellos el de terrorismo.
Osvaldo N. M. supuestamente fabricó bombas caseras para dejarlas y explotarlas en el área de comidas y el Cinépolis los días 14 de abril y 19 de mayo, según su propia declaración rendida ante un agente de la Fiscalía de Distrito Zona Norte el pasado 25 de mayo a las 21:20 horas, se divulgó anoche en la audiencia que tuvo.
En la declaración de Osvaldo N., leída por el Ministerio Público Federal en la audiencia de formulación de imputación, indica que observó durante siete u ocho meses videos en YouTube de cómo preparar bombas.
Como parte de la narrativa, el mismo implicado señaló que el pasado 14 de abril decidió probar suerte e ir a Gran Patio Zaragoza, ya que le quedaba cerca de su casa, y cuando se dirigía sentía ansias por la emoción.
Al llegar a la plaza se dirigió a uno de los baños donde armó la bomba, y al salir la arrojó al bote de basura en uno de los pasillos para después escapar del lugar.
Una vez en su casa buscó las noticias y “le gustó” que fue a la plaza comercial hasta el Ejército.
Agregó en su declaratoria que además de los videos tutoriales de bombas, disfrutaba de ver documentales “gore”, ya que eran más realistas y mostraban el sufrimiento de las personas.
Para el 19 de mayo planeó de nuevo colocar bombas pero el objetivo era causar daño, y decidió hacerlo durante la función de estreno del largometraje de ‘Rápidos y Furiosos 10’, ya que estaría llena la sala.
A las 13:00 horas fue a comprar su boleto de entrada en la sala 7, asiento J1, para la función de las 20:00 horas.
En su casa preparó todo para introducir las bombas desarmadas al cine, de nueva cuenta en el baño las armó menos el ácido: ése se dejó aparte para agregarlo en la sala. En ese momento se “inspiró” y recordó un libro nazi que leyó, por eso dejó un mensaje en la puerta del baño.
Posteriormente se dirigió a su asiento en la sala y prosiguió con el armado de los artefactos explosivos, a los que había agregado navajas, clavos, tornillos y tuercas para generar más daño a las personas en la sala.
Sin embargo, cuando colocaba el ácido a las botellas se encendieron las luces de emergencia y en el asiento dejó dos de las bombas caseras, dos más las abandonó en el pasillo, sólo una de ellas logró explorar.
Un especialista en explosivos del Ejército Mexicano, con rango de teniente de Materiales de Guerra del 9no Regimiento de Caballería Motorizado, dictaminó que los artefactos no lograron estallar ya que no fueron tapados correctamente.
Agregó que este tipo de explosivos tiene una efectividad de daño en un rango de dos metros de radio.
Osvaldo regresó a su casa y de nueva cuenta buscó las noticias; al ver lo que había provocado “le gustó el resultado”.
Se le imputan cargos de terrorismo, previsto en el artículo 139 fracción I del Código Penal Federal, así como de portación de explosivos (artículo 11 inciso H de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos) y fabricación de explosivos (artículo 85 bis fracción I, de la misma ley), según la causa penal 342/2023.
Luego de una intervención realizada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), el juez de Control Apolinar Juárez Molina dictó ayer un auto de no vinculación a proceso contra Osvaldo N. M., acusado por el delito de desobediencia y resistencia de particulares, previsto y sancionado en el artículo 277 del Código Penal estatal.
En la audiencia inicial celebrada en la Sala 16 la agente del Ministerio Público, Nora Díaz solicitó que fuera declarada legal la detención de Osvaldo N. M., realizada el pasado 25 de mayo a las 15:06 horas en el cruce de las calles Privada Francisco Villa y Octava, de la colonia Industrial.
Expuso que a esta persona se le señaló de manera anónima por un ciudadano que “se dio cuenta de una nota periodística donde un joven hizo unas bombas y las aventó a un cine y al momento de verlo en el barrio vestía la misma ropa de la foto que vio en las noticias”.
Al dar lectura al parte informativo firmado por el agente estatal José Jaime Rodríguez Ruiz, contenido en la causa penal 1642/2023, la MP dijo que el denunciante les proporcionó los datos de la vivienda de la persona que identificó como Valdo, situada sobre la calle Francisco Villa, pero éste declinó acompañarlos por miedo, ya que había visto al hombre pasar con artefactos para armar más bombas.
Los agentes avisaron al radiooperador en turno y se dirigieron a la citada calle de la colonia División del Norte; encontraron una casa anaranjada y se percataron de un hombre joven que, al ver la unidad, la cual carece de logos oficiales, supuestamente trata de entrar y brincarse a la casa, continuó narrando la MP.
El hombre, agregó, con palabras soeces comienza a decir al agente Rodríguez Ruiz: “mira, pinche policía culero, te voy a quemar vivo, te mereces que te ponga una pinchi bomba para que vuelen todas las ratas como tú”, dijo la representante social.
Por este motivo se configuró el delito de desobediencia y resistencia a particulares; además, supuestamente le encontraron en la bolsa de un pantalón una bolsa con mariguana, dijo la agente del MP ante el juez, pero de esto no hubo acusación formal.
Mencionó que el detenido le dijo al policía estatal: “revísame, culero, llévate una sorpresa, me vale”, para luego advertir: “me vale lo que encuentres, tengo más bombas listas, para volar la ciudad entera si quiero, cómo ves, en mi cantón tengo todo, culero”.
Por este motivo la persona fue detenida enfrente de su casa.