¿Puedes oler cuando la lluvia se acerca? La ciencia ha confirmado que esa habilidad única existe y ha explicado su razón de ser.
Un maravilloso olor a fresco flota en el aire después de la lluvia y es más intenso cuando le ha antecedido un período prolongado de sol.
Por increíble que parezca, este olor puede ser percibido por algunas personas antes de que siquiera haya caído una gota de lluvia en donde se encuentran, ¿cómo es posible?
Ese gratificante olor ‘a tierra mojada’, que se impregna en el aire después de un período de fuertes lluvias proviene de ‘petricor’.
Esta palabra surge del griego petros, que significa piedra (como en petrificar), y de icor, que era la sustancia que fluía por las venas de los dioses griegos.
Entonces, el significado de petricor es como decir la ‘sangre de la piedra’, y fue acuñado por los mineralogistas Isabel Joy Bear y Richard Thomas en 1964.
El olor del petricor es producido por la ‘geosmina’, una bacteria del suelo que libera una sustancia química responsable de ese olor tan agradable para los humanos.
Según estudios, la capacidad de los humanos para oler la geosmina es extraordinaria, tanto que incluso supera la capacidad de los tiburones para detectar la sangre.
Y es que, a pesar de lo que de dice, los tiburones pueden percibir el olor de la sangre a una distancia máxima de entre 100 y 800 metros, mientras que los humanos pueden percibir el olor de la geosmina a kilómetros de distancia.
¿Por qué resulta este olor tan atractivo para los humanos? La bacteria lo produce tiene como objetivo atraer organismos al suelo para propagarse a otros lugares.
El olor de la geosmina se propaga con intensidad luego de un período de lluvia porque cuando las gotas de lluvia golpean el suelo y se aplanan, atrapan bolsas de aire.
Estas burbujean como pequeños aerosoles, llevándose al aire con ellos y cualquier químico y microorganismo que se encuentre allí.
De acuerdo con IFLScience, existe otra fuente de olor en esas bolsas de aire que podría impactar el olfato humano: el ‘ozono’ químico.
El ozono tiene un olor característico, que es más dulce que el del petricor. Según IFL Science, este olor a veces puede indicar que la próxima legada de una tormenta.
Esto se debe a que los vientos de la tormenta próxima empujan las bolsas de gas ozono hasta el nivel del suelo, donde es más probable que las fosas nasales de los humanos puedan captarlos.
Esto demostraría que algunas personas son capaces de oler la lluvia que viene antes de que caugan las primeras gotas.