La principal línea de investigación que maneja la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM) sobre el asesinato de una mujer la noche del miércoles en el fraccionamiento Valle de Allende, es que fue su expareja el victimario, confirmaron agentes investigadores.
La vivienda marcada con el 4307 en la esquina de las calles Herraduras y Anastasio Porras permanece cerrada, con un foco exterior encendido y un metro de cinta plástica roja colocada desde esa noche en la puerta principal.
Vecinos entrevistados aseguraron desconocer a la mujer víctima, pues tenía poco tiempo viviendo ahí con su esposo, quien era más conocido aunque reservado. La pareja rondaba los 40 años de edad; el hombre se dedicaba a arreglar refrigeradores y usaba el patio delantero de su vivienda como taller; ella era ama de casa.
De acuerdo con versiones oficiales, el reporte fue hecho por el esposo de la víctima, que al llegar a la vivienda cerca de las 10:30 de la noche encontró a la mujer muerta, semidesnuda sobre una cama, con huellas de golpes y aparentemente asfixiada, pues tenía una marca en el cuello coincidente con el estrangulamiento, lo que técnicamente se llama surco equimótico en el cuello.
Al lugar del hecho llegaron policías municipales del Distrito Valle y elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes declinaron iniciar la carpeta por homicidio y dieron aviso a la FEM.
Peritos en criminalística y policías ministeriales de la FEM revisaron la vivienda en busca de evidencia y procesaron la escena, para después ordenar el traslado del cuerpo a las instalaciones del Servicio Médico Forense.
La vivienda donde fue hallada sin vida es pequeña, de interés social. El patio trasero ni siquiera tiene una barda perimetral, sino que el acceso a él está cerrado por extensiones eléctricas y sogas viejas amarradas a una columna de ladrillos intermedia a las orillas del terreno.
La pared exterior de la casa que da hacia la calle Herraduras está plagada de “placas” o grafiti con leyendas como “chapeta”, “pbr14”, “yerbas”, “smocas”, y otras pintas ininteligibles.
Los únicos vecinos que convivían con ella no estaban en su hogar. Habían sido citados a declarar todo lo que sabían sobre la víctima y su esposo ante elementos de la Fiscalía.
Sobre la identidad de la mujer, el órgano estatal informó que no ha sido oficialmente reconocida.