A un mes de que se dejó de aplicar la política de salud pública conocida como Título 42, la frontera entre México y Estados Unidos reporta una disminución en el número de cruces ilegales, sin embargo, en Texas no han dejado de reforzar la seguridad fronteriza para contener tanto como sea posible la inmigración ilegal.
En ciudades fronterizas como Eagle Pass, uno de los lugares más usados por los migrantes para ingresar a Estados Unidos debido a la baja corriente y poca profundidad del Río Bravo en la zona, el número de cruces ilegales varía por día, pero de acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) son más de 100 encuentros diariamente, entre familias, personas solteras, menores de edad y embarazadas, que provienen principalmente de Venezuela, Honduras y Colombia.
Como parte del operativo Lone Star, promovido por el gobernador de Texas, Greg Abbott, elementos del DPS, así como otras dependencias de seguridad estatales, se encuentran desplegados a lo largo del Río Bravo para evitar que migrantes indocumentados crucen hacia Eagle Pass.
Actualmente, y adicional a los contenedores que pusieron a la orilla del río a manera de muro, el DPS se ha encargado de cercar la zona con alambre de púas para crear una especie de corredor que dirija a los migrantes que atraviesan ilegalmente a un área despejada, donde se encuentra migración y que así sea dicha dependencia quien se encargue de su proceso de deportación o asilo de ser el caso.
Apenas hace unas semanas, el gobierno Eagle Pass ordenó cerrar el área del Shelby Park, ubicado entre los puentes 1 y 2, para que así el DPS pueda detener a quienes pongan pie en dicho sitio.
De acuerdo con declaraciones brindadas del sargento del Departamento de Seguridad Pública de Texas, René Córdova, las personas que viajan solas y cruzan por dicha área son detenidos y enviados a la cárcel.
“Se le está dando avisos de que no crucen por esta propiedad porque es privada, se le está imponiendo cargos a la gente que cruce por esta propiedad. Por la ley de Texas los van a encerrar, los van a esposar. Estamos poniendo muchos anuncios para que no crucen por esta área”, señaló.
Córdova explicó que son cargos clase B, que les podría afectar a quienes fuesen procesados así, en un futuro al momento de pedir asilo. A las mujeres detenidas se les lleva a la cárcel de Maverick, mientras que a los hombres los llevan a Del Río para procesarlos y de ahí a Dilley, Texas, donde permanecen hasta que termina su arresto, lo que puede tomar entre dos semanas y un mes para luego ser entregados al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) para ser deportados.
Para disuadir a los migrantes de pisar territorio texano, el DPS instaló altavoces a orilla del río que resuenan con el siguiente mensaje: “Atención, atención, es ilegal cruzar aquí, esta área está sellada con alambre y no hay forma de entrar, ve al puente, es ilegal cruzar aquí, quédate en México”.
Sin embargo, el DPS realiza un procedimiento distinto para quienes viajan en familia, pues estas son entregadas de inmediato a migración para que esta dependencia los procese.