Expertos medioambientales y sociales de toda Asia han solicitado a Japón que se abstenga de contaminar el mar con aguas residuales radiactivas, informa China Daily.
El plan de Japón contempla que Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), operador de la planta Fukushima, vierta al océano Pacífico más de un millón de toneladas de agua radiactiva tratada que fue utilizada para enfriar los reactores del complejo nuclear tras el accidente de 2011, provocado por un terremoto de magnitud 9,0.
Sin embargo, después de que Tokio iniciara activamente los preparativos de su plan la semana pasada, los especialistas dieron la voz de alarma, advirtiendo de los peligros que entraña la liberación de tales sustancias.
“Nadie quiere verter (sustancias radiactivas) en el océano”, aseguró David Krofcheck, profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.
Anjal Prakash, profesor clínico asociado y director de investigación del Instituto Bharti de Políticas Públicas de la Escuela de Negocios de la India de Hyderabad, por su parte, explicó que “evaluar el impacto exacto es complejo, requiere tener en cuenta diversos factores e investigaciones científicas en curso”.
Kalinga Seneviratne, profesor visitante de la Universidad del Pacífico Sur en Fiyi, declaró: “La contaminación afectará también a las áreas del Tratado de la Zona Libre de Armas Nucleares del Pacífico Sur (adoptado en 1986) cuando acabe fluyendo hacia allí. Además, como las poblaciones de peces son migratorias, podría capturarse pescado contaminado en la zona del tratado”.
En este sentido, el viceprimer Ministro de Fiyi, Manoa Kamikamica, anteriormente había advertido que el océano Pacífico no debe verse como un vertedero fácil y cómodo de materiales y residuos no deseados y peligrosos que los países más grandes producen pero no quieren utilizar en su propio ecosistema.
“El impacto social y económico de este comportamiento irresponsable es catastrófico, sobre todo en nuestras comunidades vulnerables”, afirmó.
La decisión de Japón también ha desatado fuertes críticas en la comunidad pesquera local, como en sus vecinos inmediatos, Corea del Sur, Rusia y China.
El pasado lunes TEPCO inició una prueba de funcionamiento de los equipos, lo que provocó una nueva oleada de descontento e incluso desencadenó protestas en Corea del Sur, recogen medios locales.
El 12 de junio, pescadores de todo el país se concentraron frente a la Asamblea Nacional en Seúl para mostrar su rechazo a la decisión de Tokio. Asimismo, una alianza de más de 50 organizaciones convocó el pasado martes una concentración frente al consulado general japonés en la isla.
En abril de 2021, las autoridades niponas y el operador de la planta, la compañía TEPCO, anunciaron su intención de verter al mar las aguas residuales tratadas para eliminar la mayoría de los materiales radiactivos, lo que, aseguran, no supondrá una amenaza para la salud humana ni para el medioambiente marino.
Sin embargo, estos residuos podrían aún contener tritio, una forma radiactiva de hidrógeno natural que es técnicamente difícil de separar del agua.