Pese a la narrativa oficial de “primero los pobres”, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es el que menos ha atendido a la población de menores recursos, aseveró Carlos Urzúa Macías, ex secretario de Hacienda y Crédito Público de la actual administración.
Durante un foro organizado por Movimiento Ciudadano, el ex funcionario de Hacienda señaló que el gasto público está siendo regresivo como no se había visto antes, en vez de realmente apoyar a quienes más lo necesitan.
Muestra de ello son las Pensiones del Bienestar para Adultos Mayores, las cuales son universales para todo aquel mayor de 65 años, esto decir no importar el decil en donde se encuentren, de tal manera que inclusive los ricos pueden acceder a ellas, lo cual calificó como un error, ya que sólo incrementa las presiones en el gasto.
“Es muy paradójico que este gobierno, que se las daba de izquierda, de promotor de bienestar social, donde probablemente se ha puesto más desatención, en términos relativos, es a los más pobres”, dijo quien fuera el primer secretario de Hacienda de López Obrador, y quien renunció en julio del 2019.
Respecto al tema de pensiones, Urzúa señaló que tan sólo la Pensión del Bienestar va a alcanzar un gasto de 1.3% del PIB al cierre del sexenio, lo cual es alarmante ante el poco espacio fiscal existente, en donde los ingresos del gobierno federal parecen no alcanzar.
Indicó que, en conjunto, las pensiones contributivas y no contributivas, representarán al final del sexenio 6% del PIB, mientras que el servicio de la deuda será de 3% del PIB y al gasto en salud van recursos menores a 3%, mientras que la recaudación de impuestos del gobierno federal apenas representa 14 por ciento.
En lo que resta, añadió, se tiene que hacer el presupuesto para otros rubros necesarios para los derechos de los mexicanos, como educación, seguridad pública, inversión, entre otros.
En diferentes ocasiones el actual secretario de Hacienda, ha expresado que el gobierno federal ha incrementado, de manera sustancial, el gasto en desarrollo social sin la necesidad de implementar una reforma fiscal para solventarlo. “Nosotros hemos reforzado (este gasto) con programas sociales y ya hicimos la cuenta: lo que hemos invertido en ellos es menos de la cuarta parte de lo que Estados Unidos destinó en la repartición de subsidios durante el Covid y los años que siguieron. Es un uso mucho más eficiente”, dijo anteriormente.
Pendientes
Durante el mismo panel, diferentes expertos en temas de finanzas públicas apuntaron los pendientes que existen respecto al sistema fiscal, en donde se espera una reforma fiscal el siguiente sexenio ante las necesidades de gasto.
Aura Martínez, experta en transparencia y finanzas públicas, indicó que existe una “indolencia fiscal”, ya que el país no se ocupa en atender temas preocupantes, como el aumento de la deuda, solucionar las brechas existentes y fomentar la equidad, por ejemplo, destinando mayores recursos al sistema nacional de cuidados, lo cual apoyaría a que más mujeres pudieran desarrollarse en el ámbito profesional.
“Urge un instituto que diseñe la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos porque, si bien la reforma fiscal nos puede dar más espacio, yo creo que un buen diseño del gasto nos puede dar cierto espacio fiscal”.