Donald Trump prometió que promoverá medidas antimigrantes para defender al país de narcotraficantes -incluido un bloqueo naval de puertos mexicanos- y comunistas anticristianos en el primer día de regreso en la Casa Blanca.
Pero a diferencia de su exitosa campaña de 2016 que se centró en inmigrantes mexicanos a quienes acusó de ser criminales, narcotraficantes y violadores, ahora el enfoque es sobre los migrantes como amenaza política. “Vamos a dejar fuera a comunistas que odian a los cristianos, marxistas y socialistas fuera de América”, subrayó.
En la conferencia de la Coalicion de Fe & Libertad el pasado fin de semana, mensaje difundido este miércoles por su campaña, Trump anunció que utilizando una ley federal, “ordenaré a mi gobierno negar el ingreso a TODO comunista y marxista”, subrayó, en referencia a cláusulas que aún existen en la ley federal de migración. “Aquellos que vienen aquí para sumarse a nuestro país tienen que AMAR a nuestro País…. No los queremos cuando quieren destruir nuestro país”. No solo eso, sino preguntó: “¿Y qué hacemos con los que ya están aquí?”.
El mensaje de Trump siempre ha sido el de un retorno a un pasado aparentemente glorioso –Make America Great Again— y en esta ocasión está proponiendo re-imponer prohibiciones migratorias que fueron aplicadas desde la Primera Guerra Mundial hasta poco después del fin de la guerra fría contra anarquistas, socialistas y comunistas y hasta los noventa, la ley también se aplicaba contra inmigrantes gay.
La campaña de Trump anunció que en su primer día como presidente -la llamada Agenda del Primer Día para Asegurar nuestra Frontera y Recuperar nuestra Soberania Nacional- implementaría una serie de medidas incluyendo varias con un efecto directo contra México.