Miles han huido de la mayor operación militar israelí en décadas en la Cisjordania ocupada, en tanto el ataque de un militante de Hamas desde un auto en Tel Aviv subrayó el riesgo de que la violencia se extienda.
Por lo menos 12 palestinos, entre ellos tres niños, han perecido y más de 100 han resultado heridos durante el ataque israelí al campo de refugiados de Jenin, que empezó el lunes pasado con una incursión con drones. Naciones Unidas ha informado que buldózers militares destruyeron caminos esenciales, impidiendo que las ambulancias entrasen al campamento, el cual ha perdido acceso a agua potable, electricidad y, en algunas áreas, alimentos.
“En este momento estamos completando la misión, y puedo decir que nuestra extensa actividad en Jenin no es una operación de una sola vez”, advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Las fuerzas armadas israelíes afirmaron que pretenden “aplastar el terrorismo y retirar amenazas”, en tanto una fuente de la defensa señaló que las fuerzas comenzaron a retirarse este martes por la noche.
El alcalde de Jenin, Nidal Al-Obeidi, informó que unos 4 mil palestinos, casi la tercera parte del campamento, habían salido para quedarse con familiares o en refugios.
Agencias de Naciones Unidas expresaron profunda “alarma” y “preocupación” por la violencia, y añadieron que el nivel de lesiones presiona al “frágil y carente de recursos” sistema de salud en Jenin, en tanto los equipos médicos tienen acceso restringido que les impide llegar a los heridos en estado crítico.
Los pobladores de Jenin, ubicado en el extremo norte de Cisjordania, son en su mayoría descendientes de palestinos que huyeron o fueron forzados a huir del conflicto que rodeó la creación de Israel, en 1948. A principios de la década de 2000, fue teatro de algunos de los peores baños de sangre durante la segunda intifada.
Este año, la zona densamente poblada, donde unas 14 mil personas viven en menos de medio kilómetro cuadrado, volvió a ser el punto focal de una ola de violencia que se ha extendido por la región. Tan sólo en 2023, más de 140 palestinos han sido abatidos por fuerzas israelíes en Cisjordania, en tanto los ataques palestinos dirigidos a israelíes han causado la muerte de al menos 26 personas.
Los militares israelíes han descrito a Jenin como un “bastión de actividad terrorista”, acusando a grupos militantes de ubicar combatientes en zonas urbanas de alta población. Jenin y las zonas circundantes se han vuelto el blanco de ataques intensificados ordenados por el gobierno nacionalista-religioso israelí.
En Tel Aviv, un hombre palestino lanzó su auto contra una atestada parada de autobuses y luego comenzó a apuñalar transeúntes, hiriendo a ocho personas. Un video de la CCTV distribuido en línea mostró una camioneta pickup que golpeó a dos personas al invadir a velocidad un carril para bicicletas. Se observa al conductor salir por una ventana, apuñalar a un parroquiano de un café y perseguir a otras personas cuchillo en mano.
Hamas identificó al atacante, Abdel-Wahab Khalyleh, de 23 años, que fue abatido por un civil armado, como uno de sus militantes. Expresó que el ataque fue “un acto de defensa propia ante la masacre sionista en Jenin”.
En Jenin sobrevolaron drones y se escucharon esporádicos disparos de armas de fuego y explosiones cerca del campo de refugiados, el cual combatientes de grupos militantes como Hamas, Jihad Palestina Islámica y Fatah han fortificado con una serie de obstáculos y puestos de vigilancia para enfrentar ataques por fuerzas regulares.
El suministro de electricidad y agua seguía cortado en el campamento y en algunas áreas de la ciudad por segundo día, después de que los buldózers que barrieron con las calles buscando bombas improvisadas cortaron cables de energía y un ducto principal de agua potable.
Las fuerzas israelíes afirmaron haber descubierto varios escondites subterráneos de explosivos, uno de ellos oculto en un túnel bajo una mezquita.
La Media Luna Roja Palestina indicó que ha evacuado a 500 familias del campamento, unas 3 mil personas. Unos camiones llevaron comida, agua y otros víveres reunidos por voluntarios en la cercana Nablus.
Médicos Sin Fronteras acusó al ejército de lanzar gas lacrimógeno en un hospital, llenando de humo la sala de urgencias, lo que obligó a atender a los pacientes en un corredor.
El doctor Wissam Bakr, director del Hospital Gubernamental de Jenin, señaló que su personal está abrumado.
“Los equipos médicos, en especial los cirujanos y anestesiólogos, han trabajado sin parar durante 40 horas, y aún están al tope atendiendo a los heridos”, comentó.
Jihad Hassan, de 63 años, quien huyó del campamento con su familia después de que su hijo resultó herido, indicó que el ataque con drones lo impulsó a irse.
“No se oye nada, sólo se ve la explosión”, comentó, mientras esperaba con su hijo en el Hospital Gubernamental de Jenin. “Es algo terrible cuando una persona es obligada a dejar su hogar”, expresó.
Muchas oficinas y negocios de Cisjordania cerraron este martes, en respuesta a llamados a una huelga general para protestar contra la operación, que la Autoridad Nacional Palestina ha descrito como un “crimen de guerra”.
Mohammed Moustafa Orfy, representante permanente de Egipto ante la Liga Árabe, afirmó que la operación obstruiría esfuerzos por lograr una reconciliación después de meses de violencia en aumento.
“Lo que está pasando en Jenin, de brutales asesinatos usando la maquinaria de guerra israelí, apunta a reducir en gran medida las posibilidades de revivir el proceso de paz”, manifestó.
El primer ministro británico Rishi Sunak expresó que el ejército israelí debe “demostrar contención” y dar prioridad a la seguridad de los civiles, y llamó a todos los involucrados a evitar “mayor recrudecimiento”.
“Apoyamos el derecho israelí a defenderse, hemos condenado los recientes ataques terroristas”, declaró ante miembros del Parlamento, pero Israel debe “adherirse a los principios de necesidad y proporcionalidad al defender sus legítimos intereses de seguridad”.
La agencia de Naciones Unidas para la infancia advirtió que niños han quedado atrapados en el fuego cruzado, y añadió que 2023 se convierte rápidamente en uno de los años más letales en dos décadas para los menores de Cisjordania.