Estados Unidos no planea un alivio sistemático de las sanciones a Venezuela, que desde 2019 han reducido su producción y exportaciones de petróleo, incluso tras otorgar licencias específicas a socios de PDVSA para cobrar la deuda pendiente, declaró un funcionario del Departamento de Estado.
El gobierno del presidente Joe Biden emitió en noviembre una licencia de seis meses a Chevron Corp que le permite expandir sus operaciones y exportar petróleo venezolano a Estados Unidos, seguida de una autorización a Trinidad y Tobago para desarrollar conjuntamente un campo de gas natural costa afuera con Venezuela.
Las petroleras europeas Eni y Repsol también han sido autorizadas desde el año pasado por Washington a importar crudo venezolano, un giro del enfoque más restrictivo de Donald Trump, que impuso una política de “máxima presión” en busca de desalojar del poder al presidente Nicolás Maduro.
El Departamento de Estado no ve las licencias recientes como un giro general de su política hacia Venezuela, declaró a Reuters el subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José Fernández, al margen de la conferencia de energía CERAWeek en Houston esta semana.
“Hubo un cambio en las sanciones específicas para Chevron y (la licencia) es limitada, en cualquier momento se puede retroceder”, dijo Fernández.
“Puedo decir categóricamente que no tenemos ningún plan de liberalizar más con Venezuela (…) En estos momentos no hay planes para liberalizar más las sanciones”, destacó.