El pasado jueves 2 de marzo de 2023, un avión con destino a Frankfurt, Alemania, aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Virginia, Estados Unidos, debido a una fuerte turbulencia.
Susan Zimmerman, una de las pasajeras, reportó que el piloto dijo a los pasajeros que el avión había caído unos 305 metros en picada durante la fuerte turbulencia.
En consecuencia, siete personas a bordo fueron trasladadas a hospitales del área para ser atendidas por heridas menores.
Según informó la Administración Federal de Aviación, el avión Airbus A330 comenzó con la fuerte turbulencia mientras volaba sobre Tennessee.
Un avión de Lufthansa que experimentó una fuerte turbulencia, fue desviado al Aeropuerto Internacional Washington Dulles y siete personas a bordo fueron trasladadas a hospitales.
Michael Cabbage, portavoz de la Autoridad Aeroportuaria Metropolitana de Washington, comunicó que el avión transportaba a 172 pasajeros; cuyos vuelos ya están siendo reprogramados.
La fuerte turbulencia inició 90 minutos después del despegue del avión, y provocó el aterrizaje no programado como medida de precaución.
“La seguridad y el bienestar de los pasajeros y miembros de la tripulación es la principal prioridad de Lufthansa en todo momento”, explicó la aerolínea.
Las turbulencias siguen siendo una de las principales causas de accidentes y lesiones durante un vuelo, según un informe de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de 2021.
Así, representaron el 37.6 por ciento de todos los accidentes en las aerolíneas comerciales más grandes entre 2009 y 2018.
Las turbulencias son aire inestable que se mueve de manera impredecible y que afectan el correcto funcionamiento del avión.
Aunque se le suele asociar con tormentas, la turbulencia más peligrosa es en aire despejado, pues es difícil de predecir.