Al amparo de la ceguera selectiva de autoridades que parecen estar más enfocadas en asegurar la continuación sexenal de su proyecto, en descalificar a sus adversarios reales o ficticios y en justificar absolutamente todas las decisiones cupulares, sin margen de error, la corrupción campea en el propio equipo de la llamada Cuarta Transformación.
El ya trienario episodio de la huelga en Notimex es claro ejemplo de ese fenómeno.
El viernes 11 de agosto de 2023, al cumplir Notimex 1268 días en huelga legítima, el portal Nómina Transparente, de la Secretaría de la Función Pública (SFP) del Gobierno de la República, reportaba como funcionarios públicos en activo a un total de 63 personas, que cobran sueldos a pesar de estar impedidas por ley a desarrollar actividades en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano. Eso es corrupción.
En la relación de funcionarios de Notimex figura, por supuesto, la otrora reportera antioficialista Sanjuana Martínez Montemayor, trasformada por la 4T en arbitraria francotiradora contra una huelga que, si las circunstancias fueran las inversas, quizá habría defendido con su sangre.
Según los datos publicados por Nómina Transparente, no otros datos, Sanjuana Martínez Montemayor, directora general de la agencia, percibe un salario bruto mensual de 130,922 pesos que, una vez aplicados los descuentos de ley, se reduce a 90,990 pesos con 79 centavos; un total de 3 millones 821 mil pesos en cifras redondeadas, desde el inicio de la huelga (el próximo día 21 se cumplen 42 meses) hasta ahora. Primer dato de corrupción.
Pero no es sólo eso. Episodio tras episodio, la reciente historia de Notimex es un catálogo de corruptelas.