La Unión Europea (UE) confía en poder firmar el nuevo acuerdo global que ha negociado con México en una cumbre que espera celebrar para tal propósito a finales de este año, indicó hoy un alto funcionario del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
La Unión Europea y México han negociado una modernización del acuerdo global de asociación que ya tenían en vigor pero el texto ha sufrido retrasos en su tramitación, especialmente relacionados con qué forma jurídica darle.
El jefe de División del SEAE para México, América Central y el Caribe, Jonathan Hatwell, explicó hoy en una audiencia organizada por la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo que, “en lo esencial” del acuerdo, “el trabajo está hecho”.
Así, Hatwell explicó que, en Bruselas, están esperando la respuesta formal de México a las últimas propuestas para resolver las cuestiones pendientes en el contexto de la revisión jurídica en curso.
Una vez superado ese paso, “podremos anunciar la conclusión política del acuerdo a tiempo para la cumbre” entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de julio próximo.
“Sería un importante resultado y abriría el camino para proceder a la firma en el segundo semestre del año. Y esperamos que ésa sea la ocasión para celebrar una cumbre bilateral UE-México, que sería la primera desde 2015, por lo que debería haberse celebrado hace mucho tiempo”, detalló el alto funcionario comunitario.
El eurodiputado socialista Javi López destacó el peso de México como “puente” entre la UE y América Latina y también con países de la región, y defendió que la Unión Europea “debería volcar todos sus esfuerzos en construir lazos de amistad con un socio que puja por un mundo basado en normas”.
Pidió rapidez para concretar el acuerdo global, ya que en su opinión puede tratarse de “un tren que zarpe y ya no vuelva” dado que México puede “sentir menos necesidad de firmarlo en tres o cuatro años”.
“Necesitamos más información para ver cómo firmar ese acuerdo, uno de los mayores en política exterior y de carácter estratégico”, apuntó.
Por su parte, el eurodiputado conservador Francisco Millán Mon preguntó si aún se puede esperar la firma del acuerdo en la actual legislatura.
Millán Mon alertó igualmente que el acuerdo “corre el riesgo de quedar desfasado”, y pidió “voluntad política de la parte mexicana y proceder de una vez por todas a la firma”.
Por otro lado Jordi Solé, de los Verdes, puso el foco en la situación “alarmante” de los derechos humanos en México y, en concreto, en el incremento de los ataques y asesinatos de activistas y en la implantación de empresas europeas en zonas con “alta conflictividad social y política” en las que “pueden ni existir garantías con los trabajadores”.
En cualquier caso señaló que “también hay avances positivos”, como que el Gobierno mexicano ha iniciado consultas para reformar la ley general de protección de defensores de derechos humanos y periodistas, para definir la corresponsabilidad y las competencias en los distintos niveles de gobierno e instituciones públicas y crear un sistema nacional de protección, dijo.