ESTUDIOS CONFIRMAN QUE NO DEBERÍAS UTILIZAR TU MÓVIL ANTES DE DORMIR

Todo tiene que ver con la luz azul, es decir, esa luz que desprenden los dispositivos tecnológicos como el teléfono móvil, y que puede acabar afectando al ritmo circadiano de una persona.


Seguro que no puedes quitarte esa manía de tener que consultar tu teléfono móvil antes de irte a dormir, en una forma que tienes de intentar dejar las cosas hechas, por ejemplo, revisando el correo electrónico o comprobar si tienes un mensaje de esa persona que tanto te importa.

Pero la Agencia Espacial Europea avisa de que podrías estar cometiendo un error si utilizas tu teléfono móvil antes de irte a dormir.

Esto se debe a dos estudios realizados por la agencia espacial, en concreto por Andreas Mogensen, astronauta que investiga el sueño, para comprender más sobre la luz circadiana y el sueño en órbita en este tipo de estaciones.

“Los astronautas de la Estación Espacial dan una vuelta completa a la Tierra cada 90 minutos y experimentan 16 atardeceres y amaneceres cada día. Con esta rutina sobrenatural, los astronautas pueden tener dificultades para encontrar un ritmo diario natural en el espacio. La Estación Espacial sigue la hora media de Greenwich (GMT), lo que ayuda a mantener un horario constante, junto con rutinas regulares para despertarse y acostarse”, dice el comunicado de prensa de la ESA.

Los ritmos circadianos son procesos naturales físicos como mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas y que versan sobre la exposición a la luz y la oscuridad.

Pero claro, estos ritmos en el espacio funcionan diferentes a la Tierra, con lo que los astronautas podrían acabar sufriendo todo tipo de interrupciones de la salud, como puede ser insomnio.

ASÍ REALIZAN LA INVESTIGACIÓN
Para ello, Mogensen ha usado una luz especial que consiste en una lámpara especializada para apoyar el ritmo circadiano de los astronautas en el espacio, una luz especial desarrollada por SAGA Space Architects de Copenhague. Esta luz por la noche se vuelve roja, como lo haría una puesta de sol, y por la mañana se vuelve azul para simular la salida del sol en un día despejado.

Luego se basa en un dispositivo de medición en el oído que rastrea el electroencefalograma del cerebro y que permite evaluar su actividad cerebral durante la noche.

“Nuestros resultados indican que el sueño, un proceso de restauración esencial e integral para la salud y la productividad humanas, puede verse degradado por temperaturas más cálidas”, dijo el autor principal del estudio, Kelton Minor.

“A través de las estaciones, la demografía y los diferentes contextos climáticos, las temperaturas exteriores más cálidas erosionan constantemente el sueño, y la cantidad de pérdida de sueño aumenta progresivamente a medida que las temperaturas aumentan”, añade.

Los resultados de esta investigación pueden ofrecer consejos y sugerencias para dormir mejor y contrarrestar esa pérdida de sueño causada por todo tipo de climas, sobre todo los climas extremos causados por el cambio climático.

Todo tiene que con la luz azul, es decir, esa luz que desprenden los dispositivos tecnológicos como el teléfono móvil, y que pueden acabar afectando al ritmo circadiano de una persona.

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