Y MIGRANTES,,SIGUEN LLEGANDO…

A bordo de dos trenes de carga, cientos de migrantes llegaron durante las primeras horas de ayer a Ciudad Juárez, los cuales comenzaron a caminar por las calles, algunos en busca de agua, comida o refugio y otros hacia el bordo fronterizo para ingresar a Estados Unidos de manera irregular.

El primer tren llegó a la ciudad aproximadamente a las 4:00 de la mañana, por lo que en medio de la oscuridad las familias pedían agua; mientras que el segundo tren arribó a las 7:30 de la mañana.

De acuerdo con sus propias narrativas, juntos sumaron entre 700 y mil personas, provenientes principalmente de Venezuela, pero también de otros países de Centroamérica y Sudamérica.

Mientras caminaba como parte de un grupo de tres hombres sobre el eje vial Juan Gabriel hacia la zona Centro, Jenry de 24 años, de origen venezolano, narró que la semana pasada ellos se quedaron varados tres días en Aguascalientes, debido a que 12 vagones del tren se descarrilaron en Zacatecas, por lo que ahí se fue formando un grupo de casi 2 mil personas, quienes lograron avanzar hasta el 8 de septiembre en los trenes que viajaban hacia Torreón, de donde se dirigieron a las distintas fronteras.

Dijo que por eso ayer llegaron a la ciudad cientos de personas, algunas de las cuales al no encontrar un refugio decidieron entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, mientras que otras se dispersaron por la ciudad.

Con sus pertenencias dentro de bolsas negras de plástico y cobijas en la espalda, al bajarse de los vagones, muchas de las familias buscaban llegar a la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe, en busca de alimento y refugio, pero al saber que los domingos están cerradas sus oficinas, algunos dijeron que buscarían “un lugarcito en donde pasar la noche” para acudir hoy, mientras que otras preguntaban cómo llegar a la frontera.

Un grupo integrado por cuatro familias, quienes sumaban ocho adultos y tres niñas de 1, 5 y 8 años de edad, llegaron al Centro Integrador para el Migrante (CIM) Leona Vicario en busca de albergue, aunque una de las parejas no tenía hijos y otro de hombre no era el padre biológico.

“Tienen que comprobar que es el papá, con documentos o fotos, es por seguridad de las familias, porque muchas veces se conocen en el camino”, explicó el personal del albergue federal a los sudamericanos.

“Estamos cansados, tenemos hambre, queremos bañarnos y no tenemos plata”, argumentaron después de dos meses viajando desde Venezuela hasta Ciudad Juárez.

Relataron que decidieron viajar a bordo de los vagones del tren de carga porque no tenían dinero para pagar un boleto de camión, pero tuvo que pasar una semana para que pudieran llegar a la frontera, por donde buscarán ingresar de manera regular a Estados Unidos, a través de la aplicación móvil CBP One.

Dijeron que tomaron el tren “en el basurero”, en el Estado de México, pero el tren se paró en Salamanca, en donde estuvieron un día hasta que pasó otro tren para Irapuato.

“En Irapuato nos atendieron excelente, ahí agarramos otro hacia Torreón, pero no, ese se quedó en Aguascalientes, porque hubo un accidente, y de igual manera, Aguascalientes se portó de la mejor manera, la gente excelente”, narró un migrante.

Dijo que debido a que 12 vagones de otro tren se descarrilaron en Zacatecas, ellos no pudieron avanzar de Aguascalientes, hasta que después de tres días lograron subirse a otro tren para continuar a Torreón, de donde viajaron hasta Ciudad Juárez, amarrados con sábanas para no caerse de los vagones.

Pequeños grupos más, de tres a seis personas, fueron vistos en la zona Centro de la ciudad, en busca de un lugar en donde pasar la noche, mientras que a lo largo del domingo familias con niños y adultos solos recorrieron el bordo fronterizo para buscar un lugar por donde cruzar el río Bravo/Grande y el muro de púas instalado por la Guardia Nacional de Texas, con el fin de entregarse con los agentes de la Patrulla Fronteriza.

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