Pese a las intervenciones del Ejército Mexicano, Policía del Estado y personal de la empresa Ferromex para impedir la llegada de migrantes a la frontera, más personas siguen llegando en tren a Juárez.
Pasada la una de la tarde de ayer, un grupo de cerca de 30 personas estaba por arribar al municipio a bordo de vagones del ferrocarril, pero éstos habían sido detenidos, segun se documentó en un video.
Algunos bajaron y se fueron acercando a la ciudad caminando, aunque momentos después la marcha del tren reinició, lo que fue captado en video por pobladores de Samalayuca, ya en territorio juarense.
A partir de la resolución derivada de la reunión convocada por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Juárez con distintas autoridades el viernes por la mañana, ese mismo día la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), junto con personal de Ferromex y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), desalojó los patios de la empresa, en donde había conglomerados migrantes que pretendían viajar a este municipio.
En dicho operativo se desalojaron a más de 200 migrantes, aunque, según personal de Ferromex, al sacarlos de las instalaciones donde se registra y vigila el cargamento es imposible evitar que una vez que los vagones salgan de este lugar los migrantes vuelvan a abordarlos.
La SSPE aseguró que los oficiales a su cargo apoyan únicamente estas intervenciones, pero será la Sedena la que defina la periodicidad de la colaboración para los operativos.
El martes 19 de septiembre, Ferromex indicó que dejaría de mover 60 trenes para seguridad de los migrantes, y días después reanudó algunos viajes, que son utilizados por migrantes para viajar de manera gratuita hacia el norte del país, según testimonios previos.
La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes expuso en días pasados que “las personas migrantes viajan en el tren, con todos los riesgos asociados, porque las autoridades mexicanas no les dejan otra opción. El Instituto Nacional de Migración (INM) no proporciona alternativas de tránsito seguro y las empresas transportistas lucran con su desesperación ante la inacción e incluso connivencia de autoridades locales y federales.
En diversas entidades niegan la venta de boletos a personas migrantes, les exigen ilegalmente requisitos para la venta de pasajes, les cobran cantidades mayores a las tarifas ordinarias; incluso se han cerrado terminales de autobuses (…). Más aún, en colusión con autoridades y grupos criminales, existen retenes en los recorridos donde bajan a las personas, las extorsionan e, incluso, autoridades migratorias les rompen sus tarjetas de visitantes por razones humanitarias u otros documentos de identidad para en muchas ocasiones detenerlos y llevarlos a estaciones migratorias”.