La fiscalía de Colombia suspendió este lunes, a pedido del presidente Gustavo Petro, 19 órdenes de captura contra disidentes de la extinta guerrilla FARC, primer paso para iniciar negociaciones de paz con los rebeldes que no se acogieron al acuerdo de 2016.
“Decidí suspender dichas órdenes de captura el día de hoy”, dijo el fiscal general Francisco Barbosa en un evento en Chía, un municipio vecino de Bogotá.
Los guerrilleros serán “reconocidos como representantes del autodenominado Estado Mayor Central [EMC]”, la mayor facción disidente (unos 2 mil combatientes), para dialogar con el gobierno, agregó Barbosa.
El presidente Petro había pedido al ente investigador de manera soterrada suspender las órdenes de captura contra los guerrilleros y se debatía entre reconocer a los disidentes como actores políticos -pese a haber rechazado el histórico acuerdo que convirtió las FARC en partido político- o tratarlos como bandas del narcotafíco.
“En este caso concreto para la fiscalía existe el fundamento porque el presidente le dio el carácter político a los disidentes que no firmaron el acuerdo de paz de La Habana”, aseguró el fiscal.
Según Barbosa, el mandatario concedió el mismo reconocimiento a los miembros de la Segunda Marquetalia, facción integrada por guerrilleros que estuvieron en el proceso de paz pero lo abandonaron alegando incumplimientos. El fiscal, sin embargo, no ha levantado los pedidos de captura contra miembros de ese grupo.
El gobierno no ha anunciado cuándo se sentará a la mesa con los disidentes del Estado Mayor Central, cuya operación se extiende en buena parte de los 32 departamentos del país, especialmente en la Amazonía, el Pacífico y la frontera con Venezuela.
Según cálculos independientes, el EMC tiene más de 2 mil combatientes y la cifra va en aumento. El grueso de las FARC (7 mil guerrilleros) se desmovilizó en 2017.
En medio de la llamada política de paz total, delegados de Petro conversan desde noviembre con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en sedes rotativas como Caracas, Ciudad de México y próximamente en La Habana.
La fuerza pública y los rebeldes de todas las facciones están en un cese bilateral al fuego desde el 31 de diciembre, aunque el gobierno ha señalado violaciones al acuerdo.
En una entrevista concedida el 1 de marzo a la AFP, un jefe guerrillero del EMC del departamento de Nariño (suroeste) aseguró que una suspensión de órdenes de captura contra sus compañeros representaba el inicio de los diálogos de paz.
La actividad guerrillera y las operaciones de grupos herederos del paramilitarismo y narcotraficantes mantienen vivo el conflicto armado en Colombia.
Casi seis décadas de enfrentamientos con las fuerzas estatales dejan más de nueve millones de víctimas, entre desplazados, desaparecidos y asesinados.