Analistas internacionales anticipan que el Banco de México impulsará un nuevo aumento de 25 puntos base en la tasa de fondeo en la decisión programada para el 30 de marzo.
La Junta de Gobierno llevará la tasa a 11.25% la próxima semana, coincidieron expertos de BX+ y la consultoría Oxford Economics. De acertar con el pronóstico, el diferencial de la tasa con Estados Unidos será de 625 puntos base, lo que seguirá fortaleciendo el atractivo de México para los inversionistas extranjeros y seguirá reflejándose en la apreciación del peso mexicano, explicó el economista jefe de BX+, Alejandro Saldaña.
Hoy las tasas de México respecto de las de Estados Unidos presentan un diferencial bastante atractivo de 600 puntos base, refirió al asumir que la tasa nominal que ofrece México es de 11% y la de Estados Unidos está entre 4.75 y 5 por ciento.
Si el Banco de México cumple lo que estamos previendo volvería a ser un diferencial de 625 puntos base. Si a esto le sumamos perspectivas de crecimiento económico un poquito mejores en México que en Estados Unidos, una calificación de la deuda del gobierno federal con grado de inversión, obviamente se vuelve más atractiva la inversión en pesos, detalló.
Esto seguirá reflejándose en un tipo de cambio apreciado, sostuvo aparte el economista senior para México en Oxford Economics, Joan Domene, quien consignó que las tasas altas ayudan, pero no son determinantes para atraer inversiones de cartera.
Es verdad que tener tasas altas atrae capitales o inversiones de portafolio, lo que también ayuda a que los extranjeros no quieran sacar su dinero del mercado, resaltó.
“Pero me parece que los grandes flujos, por donde los vemos creemos que están más enfocados a la inversión, a la inversión fija bruta, a las exportaciones, y a las remesas. Ahí estamos hablando que cada uno de los factores podrían estar cerca de los 40,000 millones de dólares. Eso es el principal factor de anclaje del tipo de cambio en los niveles que hemos visto ahora”, subrayó.
Obviamente el diferencial de tasa ayuda, pero no es lo único.
El dato de inflación de la primera quincena de marzo resultó favorable pero no es concluyente sobre una tendencia consistente a la baja en la inflación, subrayó.
El incremento estimado en la tasa para la semana próxima podría ser el último del ciclo alcista, consideró aparte Joan Domene, economista senior para América Latina en Oxford Economics.
Tal como está el contexto económico en Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México, anticipamos una “recesión leve” de ambas economías en el tercer y cuarto trimestre, que facilitará la desaceleración de la inflación, agregó.
La política monetaria seguirá siendo restrictiva aún sin moverse después del 11.25%, pues la inflación va a desacelerar y las expectativas tendrán también que ajustarse. La tasa en 11.25% estará en un nivel máximo restrictivo, coincidieron. Será momento de detener los incrementos para ver el impacto que tendrá en la economía y en las presiones inflacionarias las alzas acumuladas de la tasa.