El Ministerio de Salud de Hamás informó este sábado que 11 personas murieron en un bombardeo israelí que golpeó un campamento de refugiados en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
«Once personas murieron y cerca de 50 resultaron heridas, incluyendo niños, como consecuencia de los ataques de las fuerzas de ocupación israelí contra tiendas de campaña de desplazados cerca del Hospital Emiratí» de Rafah, indicó el portavoz del Ministerio, Ashraf al Qudra, en un comunicado.
Un socorrista figura entre los muertos.
En un comunicado, el ejército israelí afirmó que había llevado a cabo un «ataque de precisión» en la zona del hospital contra «terroristas» del grupo Yihad Islámica.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó en la red social X que el ataque era «indignante e incalificable».
«Los trabajadores de salud y los civiles no son objetivos y deben ser protegidos en todo momento», añadió, pidiendo a Israel un «alto el fuego».
En imágenes publicadas en las redes sociales, que la AFP no pudo verificar de forma independiente, se pueden ver cuerpos ensangrentados que yacen en la calle en medio de una multitud, y grupos de socorristas intentando evacuar a los heridos.
Un periodista de la AFP pudo ver a heridos siendo evacuados en camillas.
Belal Abu Jejleh, un residente en Rafah, relató que de repente «los cristales explotaron y empezó un incendio».
En Rafah viven hacinados cerca de 1,5 millones de palestinos, la mayoría refugiados que huyeron de los combates en el norte de la Franja de Gaza.
El conflicto entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre, cuando comandos de Hamás mataron a cerca de 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva para «aniquilar» a Hamás, una campaña militar que hasta ahora dejó 30.320 muertos en Gaza, sobre todo mujeres y menores, según el movimiento islamista.