Volvería Estado Mayor
Al afirmar que no viviría en Palacio Nacional, porque “no me siento un emperador para vivir en un Palacio”, la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD), Xóchitl Gálvez, sostuvo que, de ganar los comicios de junio, trasladaría la residencia presidencial nuevamente a Los Pinos y “podría vivir” en las cabañas remodeladas por Vicente Fox, y las cuales también fueron ocupadas por Felipe Calderon.
Durante su conferencia de prensa de este lunes, en su casa de campaña en la colonia Anzures, la abanderada de la oposición expuso que de haber las condiciones de seguridad, y en caso que ella fuera la ganadora de la contienda, llevaría las oficinas del Ejecutivo federal al completo de Los Pinos, que sirvió de casa presidencial en sexenios pasados y que desde 2018 fue abierto al público como complejo cultural.
“Yo me iría en mi bicicleta de mi casa a Los Pinos, así por la ciclovía. O sea, sería como el ejemplo de que ya vivimos en un país en paz”, señaló.
Momentos después, consultada sobre si utilizaría nuevamente Los Pinos como sede del Ejecutivo federal, respondió: “Realmente Los Pinos, yo dejaría la casa, es más, yo no me imagino viviendo en esa casototota, no la necesito; yo podría vivir en la cabaña que vivía Fox, sin problema, es mucho más grande que la casa que tengo. Mi casa actual es de 250 metros, creo que esa tiene como 500 metros, o sea de entrada es mucho más grande”
Enseguida, dijo que utilizaría de nueva cuenta el Salón Adolfo López Mateos para actos protocolarios y dejaría Palacio Nacional.
“El salón presidencial me parece bien el que se tenía para los eventos, el (salón) López Mateos, yo creo que con eso es suficiente para poder trabajar ahí. Un área de oficinas, quizá que veo que ahí han arreglado muchísimas zonas, pero Palacio Nacional, no me siento un emperador para vivir en un Palacio, me siento una ciudadana común y corriente”, agregó.
Las cabañas 1 y 2 de Los Pinos fueron parte de la remodelación que ordenó Vicente Fox en el año 2000 y 2001, con una inversión que superó los 61 millones de pesos en aquel momento. Después, fue usada por Felipe Calderón y, con Enrique Peña Nieto, una de las cabañas se convirtió en casa de huéspedes a la que se le acondicionó con un spa, y la otra se usó como oficinas para Angélica Rivera, quien era esposa de Peña Nieto.
Además, la hidalguense adujo que “en los hechos” quien se haría cargo de su seguridad sería el Estado Mayor Presidencial, desaparecido en la actual administración federal, ya que aseguró que dicho cuerpo de seguridad destinado para la seguridad presidencial sigue existiendo pero “disfrazado”.
Aseveró que “de alguna manera todos los responsables del Estado Mayor Presidencial pasaron a la Secretaría de la Defensa Nacional, ¿no? No es que hayan liquidado a personas o desaparecido, o sea, sigue existiendo en los hechos, porque son justamente los que cuidan a los secretarios de Estado, los secretarios de Estado siguen trayendo personal de seguridad, son los que están cuidando al presidente, de alguna manera disfrazado de otra. Es increíble la gran cantidad de gente que cuida del presidente».
Gálvez apuntó que “habría que revisar esta seguridad, si en los hechos existe”, y aunque acotó que tendría que conocer la situación jurídica del Estado Mayor Presidencial, insistió que “en los hechos está, o sea como todo, no desapareció”.
No obstante, recalcó que pudo haber “excesos en el pasado que hay que acotarlos” con relación a este cuerpo de seguridad.