Cifras del Banxico muestran que cuando se alcanzó la tasa terminal del ciclo y llegó al nivel de 11.25%, en marzo del 2023, el monto de estos instrumentos en poder de residentes, ascendió a 16.6 billones de pesos y traían un crecimiento anual de 8.46 por ciento. Estas cifras contrastan con 14.5 billones de pesos que estaban ahorrados en instrumentos de largo plazo, al iniciar el ciclo alcista de la tasa, en junio del 2021. Para ese momento la tasa nominal se encontraba en 4.25 por ciento.
Tal como lo explicó recientemente la subgobernadora de Banco de México, Galia Borja, esto significa que uno de los canales por los que actúa la política restrictiva para tener efecto sobre la inflación, que es el financiero ya está operando.
Ante estudiantes de la Facultad de Economía de la UNAM, la banquera central explicó, la semana pasada, que con la tasa alta se desincentiva al consumo y algunos mexicanos aprovechan para ahorrar.
Este comportamiento confirma que se están sustituyendo activos líquidos de muy corto plazo, es decir los billetes y monedas así como depósitos a la vista, por activos de mayor plazo, como instrumentos de inversión, como los Cetes.
De acuerdo con información contenida en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, sólo cuatro de cada 10 mexicanos ahorran en el sistema financiero formal.
Captación a la vista
De hecho, el propio banco central presentó un análisis en su “Reporte de Estabilidad Financiera de diciembre”, donde se muestra que a partir del 2021 se empezó a registrar cierta recuperación, en particular las inversiones en personas físicas y se mantuvo creciente hasta el tercer trimestre del 2022.
En el mismo análisis de Banco de México, explican que la captación a la vista promedio entre mayo del 2020 y septiembre del 2022, en términos reales, mostró un incremento de 17% respecto del promedio del periodo de enero de 2018 a abril del 2020.
Entonces explicaron que la tasa activa del total de la cartera de crédito de la banca múltiple también muestra una mayor respuesta a la tasa objetivo que en el ciclo de 2015 al 2018, pero menor al del ciclo de 2019 a 2021.
Cabe señalar, explicaron, que este crecimiento ha sido ordenado y no ha generado desbalances.
La información del banco central muestra que, una vez que la tasa real alcanzó su fase restrictiva, esto es, cuando quedó arriba del rango de la tasa neutral estimada por Banco de México entre 1.80 y 3.40%, lo que sucedió en octubre del 2022, se observó un nuevo incremento en la tenencia de instrumentos de largo plazo. Según cifras de la institución monetaria, para ese momento los tenedores incrementaron en 5.85% anual sus posiciones.
El dato más reciente publicado, a marzo del 2024, muestra que estos instrumentos financieros en poder de residentes se incrementó hasta llegar a 18.4 billones de pesos. Esto representa un crecimiento anual de 10.79 por ciento. En ese mes, la tasa fue recortada a 11 por ciento.