Miles de estudiantes y activistas a favor del control de armas de fuego intensificaron sus protestas después de que dos legisladores estatales en Tenesi fueron expulsados ayer de sus curules por la supermayoría republicana por sumarse al referido movimiento popular la semana pasada desde la Cámara.
Los manifestantes denunciaron la expulsión como un acto “fascista”, y algunos comentaristas señalaron que el acto podría implicar una disposición cada vez más extremista de republicanos, no sólo en Tenesi, sino en otros estados donde gozan del control de legislaturas estatales.
De hecho, la batalla en el Capitolio en Nashville es parte de una lucha nacional entre fuerzas derechistas y defensores de las garantías constitucionales y libertades civiles, la cual determinará el futuro de la democracia en este país.
Tres parlamentarios demócratas, quienes representan las tres ciudades más grandes del estado, fueron amenazados con ser expulsados este jueves como castigo por, supuestamente, tomar la palabra sin permiso del liderazgo republicano y corear junto con un grupo de manifestantes, quienes exigían mayor control de armas de fuego desde la galería. El jefe de la Cámara baja calificaría ese comportamiento de “una insurrección”.
Los legisladores Justin Jones, Gloria Johnson y Justin Pearson, ingresaron ayer a la sede legislativa tomados de la mano y uno levantó el puño, mientras iniciaba el debate sobre su expulsión. El día concluyó con la expulsión de dos de ellos, Jones y Pearson.
Miles de activistas llegaron al Capitolio desde varios puntos el estado para denunciar esa sanción a los parlamentarios y para continuar con la demanda de que se impongan restricciones severas a la venta y uso de armas de fuego después de que una persona mató a tres niños y tres adultos en una escuela primaria en Nashville, la semana pasada. Fue el tiroteo masivo 130 de este año, según el Gun Violence Archive (se han registrado otros 11 más hasta la fecha).
Entre otras expresiones, una agrupación afuera del Capitolio –incluyendo niños, adolescentes y padres de familia– gritaron sin cesar por más de 3 minutos, y después corearon “14 minutos, 14 minutos, seis vidas, seis vidas”, en referencia al tiroteo perpetrado en la escuela primaria el 27 de marzo, reportó The Washington Post. “Seis están muertos, ¿cuántos más?”, coreaban otros, “su sangre está en tus manos”, lanzabas otros a los legisladores.
Ante la negativa de los republicanos en el estado de incluir medidas de control a los artefactos para proyectiles, pese a la tragedia, y de nuevo insistir en el supuesto derecho sagrado a las pistolas y rifles, estallaron diversas protestas, incluyendo huelgas escolares, marchas y mítines por el estado desde la semana pasada.
300 ACCIONES
El miércoles, miles de alumnos realizaron huelgas en varias localidades del país, salieron de sus aulas y escuelas para exigir acciones. La organización Everytown for Gun Safety, la cual ha apoyado la demanda del gobierno mexicano contra armerías estadunidenses– informó que se realizaron más de 300 movilizaciones en 41 estados, hecho confirmado por USA Today.
El martes, cientos de bachilleres y universitarios en Tenesi cesaron sus clases para participar en las protestas coordinadas por la organización de jóvenes contra violencia de armas March for Our Lives y Students Demand Action. Miles de ciudadanos más se sumaron en apoyo de la acción estudiantil.
El lunes, justo a las 10:13 –la hora exacta en que comenzó la tragedia una semana antes en la escuela de educación básica– más de 7 mil jóvenes de Nashville salieron de sus escuelas para demandar reformas. Ahí cantaron: “Vamos a subir como el agua para enfrentar esta crisis”.
El legislador expulsado Jones advirtió ayer a sus colegas republicanos que su inacción sobre una reforma de control de armas “ha despertado a una generación, la cual les dejará saber que ya se les acabó su tiempo” en la política.
Se reportó que las protestas afuera del Capitolio ayer eran tan ruidosas que no se podía escuchar en el salón del pleno.
El voto de expulsión, según una carta firmada por cientos de legisladores estatales alrededor la nación, “marca sólo otro esfuerzo antidemocrático adicional para silenciar al pueblo estadunidense y que denuncie las consecuencias devastadoras de la violencia con armas de fuego”. Jones, el primero en ser expulsado, comentó que “expulsar a las voces de oposición y disidencia es una señal de autoritarismo y es muy peligroso”, reportó Politico.
La expulsión, y el hecho de que el mismo día del tiroteo en Nashville un juez autorizó que jóvenes de 18 años puedan portar armas sin licencias –Tenesi es uno de 25 estados donde no se necesitan permisos– indicaría que es una derrota más para los promotores antiarmas y progresistas en otros ámbitos sociales.
Para algunos observadores, la expulsión de los demócratas por la mayoría republicana es una señal de que fuerzas derechistas a escalas local y estatal están cada vez más dispuestas a imponer su poder incluyendo silenciando a sus adversarios.
De hecho, el estratega y asesor de Donald Trump, Steve Bannon, había convocado a los activistas derechistas después de que fracasó lo que llamó la “insurrección” para mantener a su ex jefe en la Casa Blanca a tomar control del Partido Republicano desde los niveles más locales: “será una batalla, vamos a retomar (el poder) pueblo por pueblo, delegación por delegación” en Estados Unidos.
Pero las olas de resistencia contra esta ofensiva derechista se vieron estos días no sólo en Tenesi, sino en muchos de los estados, y varios triunfos para las fuerzas progresistas a nivel local y estatal, como en Wisconsin, Michigan e Illinois.
La disputa por el futuro democrático del país no se centra en Washington, sino se determinará en estas batallas alrededor del país.