La orden de detención tiene una vigencia de al menos dos meses desde su extradición o bien desde su arresto en territorio ruso, informa la agencia de noticias Interfax.
Navalnaya, que ha prometido seguir con el trabajo de su esposo desde el extranjero, se enfrenta a una pena de prisión de entre dos y seis años, así como una multa que puede ascender hasta los 600 mil rublos (unos 6 mil 200 euros) si se demuestra que es culpable.
Navalny, que se encontraba cumpliendo una pena de cerca de 30 años de cárcel por extremismo y fraude, murió a mediados de febrero de 2024, en medio de las informaciones sobre su mal estado de salud, que su entorno achacaba a que habría sido víctima de envenenamiento.