El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió este lunes “restaurar la seguridad” de su país actuando en “todos los frentes”, tras una nueva erupción de violencia en la zona.
“No permitiremos que el Hamás terrorista se asiente en Líbano”, declaró Netanyahu, después de que el ejército acusara a este movimiento islamita palestino de estar detrás del lanzamiento, el jueves, de decenas de cohetes sobre el norte de Israel.
La región vive una nueva espiral de violencia desencadenada tras la brutal irrupción el miércoles de las fuerzas israelíes en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén para desalojar a los fieles palestinos.
Más de 30 cohetes fueron disparados al día siguiente desde Líbano hacia Israel, que replicó a continuación con bombardeos en Gaza y el sur de Líbano.
Netanyahu también anunció el lunes que mantiene en el cargo a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, del que había anunciado el cese en marzo por diferencias políticas.
“Hubo peleas entre nosotros, incluso disputas difíciles sobre algunos temas, pero decidí dejar estas peleas de lado”, dijo.
“Gallant permanece en su puesto y seguiremos trabajando juntos para la seguridad de los ciudadanos de Israel”, afirmó.