«Ya no creo que tenga un camino realista de victoria electoral», dijo Kennedy, durante un discurso en Arizona (sur), pero pidió a sus simpatizantes que voten por él en el resto de los estados en los que mantendrá su nombre en las papeletas.
Kennedy, de 70 años, condenó que se haya elegido a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata demócrata sin pasar por unas primarias y citó una larga lista de agravios contra su antiguo partido que, según dijo, le habían llevado a dar su «apoyo al presidente Trump».
El candidato mencionó además varias historias extrañas, como que padece un gusano parasitario en el cerebro y que depositó un cachorro de oso muerto en Central Park, en Nueva York.
Su familia le da la espalda.
«La decisión de nuestro hermano Bobby de apoyar hoy a Trump es una traición a los valores que nuestro padre y nuestra familia más aprecian», dijo en X su hermana, Kerry Kennedy, activista de derechos humanos.
«Es un triste final para una triste historia», añadió.
La suspensión de la campaña de Kennedy se produjo un día después de que Harris cerrara la convención demócrata que la invistió con un discurso en el que pidió dejar atrás «la amargura, el cinismo y las batallas divisivas del pasado» para abrazar «un nuevo camino», cuando faltan 10 semanas para las elecciones.