Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano indicó este miércoles en un comunicado que el misil recién lanzado por Corea del Norte cayó en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas) tras recorrer unos mil kilómetros y ser lanzado en un ángulo muy abierto, por lo que no habría sobrevolado la isla japonesa de Hokkaido, como se pensó en un primer momento.
Poco antes el JCS había indicado que detectó “un misil balístico de rango medio o superior lanzado hacia el mar del Este desde las cercanías de Pionyang en torno a las 7:23 horas (22:23 hora del meridiano de Greenwich (GMT) del miércoles) del 13 de abril”.
Las autoridades de Hokkaido activaron poco después del lanzamiento la alerta antiaérea ante la posibilidad de que el proyectil impactara en torno a la isla, donde viven más de cinco millones de personas.
Sin embargo, la desactivaron minutos después al descartar ese riesgo y la Guardia Costera nipona indicó a las 8:19 horas (23:19 GMT del miércoles) que el proyectil habría caído ya en el mar en un punto sin determinar.
De este modo, el proyectil norcoreano podría haber volado en torno a una hora.
Corea del Norte ya lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-17, el de mayor alcance potencial de su arsenal, el pasado 16 de marzo al mar de Japón y, al igual que un Hwasong-15 (el de segundo mayor rango) que también disparó el 18 de febrero, el proyectil cayó en aguas al del mar de Japón al suroeste de la isla septentrional japonesa de Hokkaido.
En el último mes, Pionyang ha respondido a las grandes maniobras de primavera de Seúl y Washington —en las que Tokio ha participado también puntualmente— con varios test de armas, incluyendo los de un nuevo dron o torpedo guiado con capacidad nuclear.
A su vez, el régimen, que lleva siete días sin contestar llamadas procedentes del Sur a través de líneas telefónicas intercoreanas, mostró por primera vez recientemente sus cabezas nucleares tácticas.
Esto subraya que Pionyang está volcado en mejorar su arsenal atómico de corto alcance para su uso potencial contra Corea del Sur o países vecinos como Japón, que también acogen bases de Estados Unidos.