Las autoridades confirmaron ya la muerte de dos de las personas a las que cuidaba, fallecidas en los últimos meses –Luigi Di Marzo, de 89 años y Gerardo Chintemi, de 96 años–, pero resta identificar a los otros dos muertos, que habrían fallecido hace ya diez años y cuyos nombres no ha podido facilitar el detenido porque no los recuerda.
A los cuatro les administró dosis letales de medicamentos supuestamente para poner fin a su sufrimiento, según recoge el diario italiano Il Corriere della Sera. La Fiscalía de Santa María Capua Vetere investiga ya a otros treinta ancianos a los que cuidó Eutizia para identificar posibles casos adicionales.
En el caso de las dos primeras muertes confesadas sin datos, Eutizia asegura que los nombres estaban apuntados en el teléfono móvil que le robaron cuando dormía en un banco.
El abogado de Eutizia, Gennaro Romano, explicó que en la confesión relató que fueron “actos de conciencia” y agregó:
Está tranquilo en prisión, convencido de que hizo bien en confesar los asesinatos (…). En cualquier caso, sus declaraciones deberán ser verificadas y por eso tenemos plena confianza en el poder judicial.
Eutizia se encuentra actualmente detenido en la prisión de Santa Maria Capua Vetere, donde continúa con su tratamiento por las numerosas patologías que padece, desde diabetes hasta cáncer. El próximo lunes será interrogado por la jueza Alessandra Grammatica, que deberá validar la detención ordenada por la Fiscalía.