Centenares de ciudadanos se manifestaron este sábado varias ciudades de Estados Unidos llamados por organizaciones de defensa del derecho al aborto para protestar por la sentencia que restringe el acceso a la píldora abortiva, tras la decisión de un juez de Texas.
Cargando pancartas con mensajes como “prohibiciones fuera de nuestros cuerpos”, “el aborto es cuidado de la salud” o “mantener el aborto legal”, centenares de personas se reunieron en ciudades como Washington para protestar por este nuevo golpe al derecho de las mujeres a abortar.
La protesta de Washington tuvo lugar frente al Tribunal Supremo, unas horas después de que esta corte decidiera bloquear, de manera temporal, una orden de una corte en menor instancia que restringía el acceso a la píldora abortiva mifepristona a nivel nacional.
El juez del Supremo Samuel Alito emitió el viernes un dictamen congelando la decisión hasta el miércoles a medianoche, después de que el Departamento de Justicia presentara una solicitud de emergencia pidiendo a la corte intervenir en el caso.
La organización Planned Parenthood, que defiende una atención médica y reproductiva asequible de alta calidad en el país, ha organizado varias marchas en ciudades como Dakota del Sur, Texas, Chicago y Florida, y mañana se celebrarán otros actos para protestar por este nuevo caso que restringe más el derecho al aborto.
En el acto de Washington participaron miembros de la comunidad médica quienes denunciaron que los profesionales médicos no pueden brindar atención de calidad donde están vigentes las restricciones al aborto.
“Mis pacientes deberían poder recibir el más alto nivel de atención sin estigma, ni juicio, y sin jueces sin capacitación médica que les digan el tipo de atención médica que pueden o no recibir”, apuntó en el evento Divya Shenoy, directora de atención primaria en Planned Parenthood, quien calificó la medida para prohibir la mifepristona como “la antítesis” de su práctica médica.
La batalla política y judicial en torno al aborto se reavivó en Estados Unidos en junio del año pasado, cuando el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, tumbó el derecho constitucional al mismo a nivel federal, dejando en manos de cada estado la decisión.
Tras ello decenas de estados gobernados por republicanos han restringido esta práctica y, según Planned Parenthood, 18 de los 50 estados han prohibido el aborto o lo han restringido severamente, y en 13 el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.
En el centro de la disputa legal actual está la autorización sanitaria que la FDA dio hace 23 años a la mifepristona, usada en más de la mitad de abortos en el país.
La decisión de un juez en Texas de retirar la autorización sanitaria de la FDA a la píldora fue sostenida en parte por un tribunal de apelaciones de Luisiana el pasado miércoles y las restricciones iban a entrar en vigor este sábado.
En su fallo, el tribunal estipulaba que el fármaco puede estar disponible solo hasta las primeras siete semanas de embarazo, tres menos que anteriormente, y que debe ser recogido en persona.
El Departamento de Justicia alegó ante el Supremo que, de entrar en vigor, la restricción a la mifepristona tendría graves consecuencias tanto para quienes quieren abortar como para la industria farmacéutica y la FDA.
La decisión del Supremo dio de plazo hasta el martes al mediodía para que las partes demandantes presenten su repuesta. De esta manera, los magistrados tienen tiempo para estudiar si deciden conceder o no de manera formal una suspensión de la sentencia que restringe el acceso al fármaco a nivel nacional.