Una vacuna experimental contra el cáncer basada en el ARNm desarrollada por Moderna Inc y Merck & Co redujo en un 44% el riesgo de muerte o recidiva del cáncer de piel más mortal, en comparación con Keytruda, la inmunoterapia de Merck por sí sola, informaron investigadores estadounidenses en una reunión médica el domingo.
Los hallazgos sugieren que añadir una vacuna personalizada frente el cáncer basada en la tecnología del ARNm a Keytruda, que reactiva la respuesta inmunitaria, podría prolongar el tiempo que los pacientes tienen sin recurrencia o muerte, dijo el doctor Jeffrey Weber, del Centro Oncológico Perlmutter Langone de la NYU, quien presentó los hallazgos.
“Desde el punto de vista terapéutico del cáncer en general, se trata de un avance potencialmente importante”, afirmó en un comunicado el Dr. Ryan Sullivan, experto en melanoma del Mass General Cancer que trabajó en el estudio.
Los resultados, presentados en la reunión de la Asociación Estadounidense de investigación Oncológica celebrada en Orlando (Florida), añaden datos a los hallazgos parciales publicados por las empresas en diciembre. Los datos adicionales se presentarán en una próxima reunión médica y se publicarán en una revista revisada por expertos.
El tratamiento combinado ha obtenido la designación de terapia innovadora en Estados Unidos y de plan PRIME de la Agencia Europea del Medicamento, programas reguladores que pretenden acelerar el desarrollo de tratamientos innovadores.
La colaboración Merck/Moderna es una de las varias que combinan potentes fármacosque activan el sistema inmunitario frente el cáncer con la tecnología de vacunas de ARNm. BioNTech SE y Gritstone Bio Inc están trabajando en vacunas frente el cáncer competidoras basadas en la tecnología del ARNm.
La vacuna se fabrica a medida a partir del análisis de los tumores del paciente tras la extirpación quirúrgica. Las vacunas están diseñadas para entrenar al sistema inmunitario a reconocer y atacar mutaciones específicas en las células cancerosas.
Keytruda, de Merck, aprobado para tratar el melanoma y muchos otros tipos de cáncer, pertenece a una clase de inmunoterapias de amplio uso conocidas como inhibidores de puntos de control, diseñados para desactivar la proteína PD-1, o muerte programada 1, que ayuda al cáncer a eludir el sistema inmunitario.