La primera dama de Japón, Yuko Kishida, visitó este lunes la Casa Blanca y plantó un cerezo en los jardines de la residencia junto a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
“Plantar este árbol es un símbolo de la amistad entre nuestras dos naciones por siempre jamás”, dijo Biden durante la ceremonia.
Las dos mujeres usaron palas doradas y vestían ropa con tonos rosados, como la flor del cerezo. “Así es como se planta un árbol, en tacones”, bromeó la primera dama estadounidense tras la ceremonia.
El viaje de Kishida representa la primera vez que la esposa de un mandatario japonés visita la Casa Blanca por su cuenta, y se produce después de que su marido, Fumio Kishida, visitara Washington en enero para reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden.
En aquella ocasión, Jill Biden se estaba recuperando de una operación, por lo que no pudo reunirse con Yuko Kishida. En cambio, la estadounidense extendió una invitación a la japonesa para visitar la Casa Blanca este mes.
Durante su estancia en Washington, la primera dama japonesa ha visitado el Museo de Arte Asiático de la capital estadounidense y ha participado en el Festival de la Flor del Cerezo, que se celebra tras la floración de los famosos árboles de la ciudad.
Además, durante su visita a la Casa Blanca, Yuko Kishida tuvo la ocasión de saludar y hablar con Joe Biden en el Despacho Oval, detalló a la prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Kirby aprovechó para condenar el ataque que sufrió el sábado el primer ministro japonés, quien salió ileso de un acto electoral instantes antes de producirse una explosión.
“Condenamos con fuerza ese acto violento que no tiene lugar en la política de una democracia. Desde luego, que sentimos alivio al ver que el primer ministro está a salvo”, dijo el portavoz.