‘DUERMEN’ MIGRANTES EN ALREDEDORES DE PUENTES INTERNACIONALES…

Más de 200 personas migrantes de diversas nacionalidades permanecían ayer alrededor de los puentes internacionales Córdoba-De las Américas, Paso del Norte-Santa Fe y Zaragoza-Ysleta, a la expectativa de poder cruzar la frontera con autorización de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

Ayer, el mayor grupo se encontraba en el parque El Chamizal, en donde los migrantes han formado un nuevo campamento de más de 150 personas, quienes narraron que se han organizado para mantenerse en coordinación con los agentes de CBP, los cuales les dan acceso cuando tienen capacidad para procesarlos.

De acuerdo con los propios migrantes, la condición de los agentes estadounidenses es que no permanezcan todos en la joroba para que no afecten a los usuarios del puente, por lo que han creado listas o grupos de 20 a 30 personas, con un líder, el cual coordina el ingreso sin afectar a los usuarios del cruce internacional.

Una migrante de origen venezolano explicó que ellos ya tenían una semana en el parque federal, en donde permanecen bajo los árboles y en la noche duermen con cobijas, sin colocar aún casas de campaña.

Dijo que hasta ayer ya sumaban 22 grupos enlistados, pero el acceso había llegado apenas al grupo cuatro.

“Hoy, hasta el momento no han entrado, ayer sí pasaron como diez, el domingo pasaron como 20. Estamos en listas, según como va llegando la gente, en cada lista van hombres solteros, mujeres solteras y familias”, informó otro migrante.

Explicó que en cada grupo da preferencia a las familias con niños, pero también se busca que pasen los adultos solos. Cada lista tiene un líder, el cual sí espera en la joroba del puente, quien al ingresar llama al líder de la lista siguiente para que se acerque con el número de personas que los agentes le indicaron que recibirán.

“Hay más que todo venezolanos, pero también estamos colombianos, nicaragüenses, Hondureños, de El Salvador, de Ecuador”, comentó sobre el grupo instalado en el parque, a donde el domingo acudió personal de Grupo Beta, para pedirles que fueran a un albergue y que mantuvieran limpio el lugar.

“Nadie se quiere ir, porque no habían abierto esa oportunidad, y nadie se quiere ir porque están dando acceso, por el puente”, explicó el sudamericano, quien llegó a Ciudad Juárez hace unas semanas y acudió a un albergue, pero ahí se enteró que existía un grupo que esperaba ingresar por el puente internacional.

Dijo que mientras siguen intentando lograr una cita con la aplicación móvil CBP One, las familias esperan también a ser recibidas por los agentes de CBP, a ver cuál de las dos opciones para cruzar la frontera logran primero.

Ayer otro grupo de aproximadamente 20 personas, entre adultos y niños, caminaron desde la avenida Juárez hasta El Chamizal, en busca de enlistarse.

“Subimos (a la joroba), pero nos corrieron los soldados”, dijeron los venezolanos mientras pedían agua fría para hidratarse, después de caminar bajo el sol.

Más de una decena permaneció sobre la avenida Juárez, entre ellas una familia conformada por dos adultos, un adolescente y dos niños, quienes dijeron haber llegado a la ciudad hace una semana, y haber acudido directamente al cruce internacional.

“El domingo nos movimos a buscar comida y en eso pasaron a un grupo (de 17 personas), ayer ya estábamos arriba, apuntaron nuestros nombres, pero luego nos dijeron que siempre no, que estaban muy llenos adentro, que nos regresáramos”, narró el padre de familia, mientras sus hijos narraban que cruzaron la selva en siete días y durante siete más viajaron en tren.

Dijo que la madrugada de ayer durmieron decenas de personas junto al cruce internacional, pero que durante la mañana la policía llegó para retirarlos, por lo cual la mayoría se fue.

Junto al puente Zaragoza, en el exterior de lo que será la nueva estancia provisional del Instituto Nacional de Migración (INM), más de 20 personas esperaban también a ser recibidas. Dijeron que algunos tenían hasta siete días en el lugar, y aunque algunos días CBP no recibía a nadie, algunos otros le daba acceso a una familia o a grupos pequeños, de cinco o siete personas.

“Ya se nos acabó el recurso”, dijo una colombiana al llegar al cruce internacional con su esposo y sus dos hijos, y encontrarse con un grupo de venezolanos esperando desde hace días para ingresar antes que ellos. De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, todos los días otorgan mil citas a través de la aplicación CBP One, para que los solicitantes de asilo ingresen a través de ocho puertos oficiales en la frontera con México.

A 15 días de haber sido removidos de la calle General Rivas Guillén, 120 personas migrantes permanecían hasta ayer en el campamento coordinado por el Municipio de Juárez en “Los Hoyos” de El Chamizal, en donde esperan una cita para cruzar la frontera a través de la aplicación móvil CBP One.

“Ahorita somos más de cien, pero más de cien se han salido porque les ha tocado la cita o porque encuentran trabajo y rentan un lugar”, dijo ayer una venezolana.

De acuerdo con el director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, Santiago González Reyes, el campamento, que no tiene fecha de cierre, ya que fue abierto para quienes permanecían en el exterior de la presidencia municipal, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la dirección de Castro.

Dijo que desde que abrió, a un costado del puente internacional Lerdo, ha sido apoyado por Derechos Humanos, Seguridad Pública y Protección Civil, cuyo personal permanece durante todo el día en el lugar.

Los migrantes que continúan bajo las carpas que fueron instaladas por el INM o en sus propias casas de campaña, instaladas en el exterior, dijeron que todos los días salen en busca de comida, ya que el personal federal les reparte diariamente un sobre de atún con dos paquetes de galletas saladas y un jugo.

Después de mantenerse por 55 días, la tarde del 22 de mayo, el campamento que permanecía en el exterior del INM fue desalojado durante un operativo encabezado por Protección Civil, Derechos Humanos, el secretario del Ayuntamiento, Héctor Rafael Ortiz Orpinel, y el secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM), César Omar Muñoz.

Cuando abrió sus puertas, recibió a 243 personas de nueve distintas nacionalidades, mientras que ayer permanecían 120, la mayoría de origen venezolano.

Ayer, otras 150 personas en situación de movilidad permanecían en el albergue “Kiki” Romero, cuya capacidad es para 200 personas, y de donde dos veces a la semana son canalizados grupos al Centro Integrador para Migrantes (CIM) Leona Vicario, de acuerdo con la capacidad que exista en el albergue federal.

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