Los centros penitenciarios en Juárez se encuentran en alerta por la incidencia de casos de tuberculosis, ya que suman seis internos que dieron positivo y 12 sospechosos por contacto en el Cereso número 3.
Además, otra interna del Cereso Femenil 2 resultó positiva a la bacteria, informó ayer Jorge Armendáriz, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).
La cifra de contagios aumenta. En el mes de febrero el secretario Gilberto Loya refería seis casos, sin embargo, el pasado 10 de julio falleció José Aldape Pérez, reo que tenía diagnosticado un cuadro de tuberculosis, el cual se le complicó y murió cerca de las 07:00 horas.
Los pacientes eran varones y recientemente se detectó la bacteria a una interna del penal femenil.
“Estos son casos ya detectados y en todos ellos se tiene un cerco de restricción sanitaria y la Secretaría de Salud tiene activado un protocolo de sanidad y lo mismo están haciendo los médicos en el Cereso”, dijo el portavoz.
Entre ambos penales superan las 4 mil 200 personas confinadas, indican los datos oficiales de la SSPE.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones.
Se transmite de persona a persona a través del aire. Los síntomas de la tuberculosis activa incluyen tos, dolores torácicos, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos.
En las personas sanas, la infección no suele causar síntomas, porque el sistema inmunitario de la persona actúa para bloquear la bacteria.
La bacteria afecta más severamente a personas con VIH/Sida, diabetes, hipertensión o con padecimientos del corazón.
Las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación de la bacteria es procurar una alimentación saludable, realizar medidas higiénicas y el uso de cubrebocas.
Cuestionado respecto al cerco sanitario, el vocero de la SSPE, dijo que se trata de un aislamiento clínico para evitar la propagación.
Aseguró que todo lo que los reos infectados utilizan, como los utensilios para comer, las instalaciones sanitarias, las regaderas, no son utilizados por el resto de internos como otra medida para prevenir la propagación de la bacteria mientras se les suministra el medicamento y les hace efecto.
Ayer la SSPE no tenía el dato a la mano sobre el período transcurrido entre el primero y el último caso positivo.
Aseguró que no existen más decesos que el registrado el pasado 10 de julio y respecto al contagio de la mujer, dijo que se investigaría si tuvo contacto con una interna positiva.
El vocero de la SSPE también refirió que de momento no se adoptarán medidas como la suspensión de la visita a los dos centros penitenciarios y seguirá el acceso normal como hasta ahora.
Según la Guía para el control de la tuberculosis (TB) en poblaciones privadas de la libertad de América Latina y el Caribe de la OPS, “los centros penitenciarios son considerados como grandes reservorios de TB, exponiendo a los internos a la enfermedad, atentando contra su derecho a la salud y convirtiendo a los centros de reclusión en una amenaza para la población general. La TB en centros penitenciarios, por tanto, representa un importante problema de salud pública, razón por la que las autoridades políticas deben incluir la salud de las ppl en las políticas de salud.