El fentanilo, la droga que ha causado cientos de miles de muertes en Estados Unidos, es un “problema de salud pública local” en las zonas fronterizas del norte de México, dijo la directora de los programas Nacionales y del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, Nadia Robles.
En la presentación en la Ciudad de México del informe de 2022 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, Robles fue contundente sobre la situación.
“Tenemos identificado que hay un problema de salud pública local donde hay presencia del uso de fentanilo”, dijo. Además, en más del 50 por ciento de muestras de sustancias de personas que acuden a demandar atención y tratamiento por consumo de estupefacientes contienen (con datos de 2022) “alguna traza” de fentanilo.
Asimismo, en 2013 o 2014 acudían no más de cinco personas al año diciendo que habían consumido fentanilo y en 2021 la cifra subió a 184. En 2022 fueron 319.
Robles compartió que, a pesar del crecimiento exponencial “todavía es un fenómeno muy localizable ubicado particularmente en la frontera norte”, en urbes como Mexicali, Tijuana, San Luis Río Colorado, o Ciudad Juárez.
Ante esta situación, Robles indicó que se están poniendo esfuerzos en mejorar el monitoreo, especialmente para tratar de iniciar la implementación de la encuesta nacional de adicciones 2023 en la que están trabajando actualmente.
El problema con el fentanilo en México, aunque insistieron en que por el momento es incipiente, se corresponde con el momento a nivel global, puesto que, según indicó el vicepresidente segundo de la JIFE, César Tomás Arce, la situación con esta sustancia “nunca había sido tan compleja”.
Esto, porque las redes de producción y distribución a nivel mundial y que surten principalmente a Estados Unidos se han extendido.
Ante esto, ambos coincidieron en la necesidad de fortalecer la cooperación a nivel mundial, incluso con Asia, de donde proviene mayoritariamente el fentanilo.
Esta mañana, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró que el Gobierno mexicano reconoció que el fentanilo también es un problema en México, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo negara el pasado jueves.
“En nuestras conversaciones puedo decir que hay reconocimiento de que el fentanilo es un problema en México”, dijo Salazar en una conferencia de prensa celebrada en su residencia.
Salazar, sin embargo, aseguró que México reconoce que este opioide sintético, fabricado por cárteles mexicanos con químicos de China, llega hasta Estados Unidos, donde ha causado cientos de miles de muertes, a través de la frontera.
También dijo que las fuerzas de seguridad mexicanas tienen como prioridad combatir la entrada de los precursores químicos al país y la proliferación de laboratorios en los que se elabora la droga.