Ante la inminente conclusión del Título 42 y la llegada de miles de migrantes a la frontera de México con Estados Unidos, la patrulla fronteriza busca blindar la zona con herramientas de inteligencia artificial. Es prácticamente un muro virtual monitoreado de manera remota a través de las torres de vigilancia autónoma conocidas como AST.
Aunque a simple vista pareciera que son zonas no vigiladas, las regiones más inhóspitas también tienen presencia de la Patrulla Fronteriza que halló en la inteligencia artificial la forma de blindar la frontera ante cruces irregulares, más aun, ahora que concluirá la aplicación del título 42.
Son 290 a lo largo de toda la frontera y solo 15 en el sector El Paso, en los límites entre Texas y Nuevo México por donde las cifras de cruces irregulares se han incrementado en un 123%.
Conocidas como torres de vigilancia autónoma, estas cámaras con visión nocturna e infrarroja detectan el movimiento en regiones apartadas por donde se tiene registro de cruce de migrantes. Gracias a la inteligencia artificial, reconocen el movimiento de animales de los ranchos aledaños y lo memoriza. Las torres son móviles por lo que su ubicación varia conforma a las necesidades de la Patrulla Fronteriza.
Tienen un alcance de hasta 11 kilómetros con cámaras 360 grados y son capaces de clasificar, además, objetos que se localicen a 5 kilómetros de las torres. De acuerdo con la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), se instalarán entre 2023 y 2024, otras 200 torres con software de inteligencia artificial para lo cual se han destinado 204 millones de dólares del presupuesto de la agencia federal.
Pero estas torres no solo ayudan a captar el cruce de personas , también a salvar vidas de aquellas que se quedan atrapadas en el desierto, los ranchos o el río Bravo donde las condiciones son muy diversas pero igualmente riesgosas.
El agente Alex Jara del sector del Valle del Río Grande, responsable del programa de rescate de migrantes, explicó que las torres de vigilancia autónoma no solo permiten la detección de migrantes para su detención, también para su rescate cuando su vida está en riesgo.
Explicó que en la zona del Valle del Río Grande hay al menos 48 torres de rescate para auxilio de migrantes que están en riesgo. Además serán colocadas 45 en la zona para localizar a personas extraviadas o, incluso, fallecidas.
En cada una de las torres hay un botón rojo que un migrante en riesgo, normalmente que se quedó rezagado, puede solicitar apoyo para su rescate.
El agente de la Patrulla Fronteriza, explicó que normalmente los grupos de migrantes que lograron cruzar el muro fronterizo o el río Bravo son abandonados por los polleros y literalmente dejados a su suerte en ranchos donde las condiciones climáticas o los animales ponen en riesgo sus vidas. Más aun cuando ya han recorrido largos trayectos sin agua.
“Cuando llegan a estos puntos y tocan el botón sabemos que hay alguien que necesita ayuda”, explica Alex Jara. Además de las torres, hay al menos 550 placas colocadas en las zonas cercanos al río Bravo para alertar de los peligros de cruce.
Las cifras de encuentros con migrantes refieren que ahora la zona del desierto en Yuma ha dejado de ser una de las de mayor tránsito irregular. Ahora es la zona de El Paso en la frontera con Ciudad Juárez, así como la región del río Bravo por donde hay un incremento y por tanto, una refuerzo de la seguridad fronteriza que esta semana se verá en jaque ante el levantamiento del título 42.