Las mujeres de 63 y 64 años que reciben su tarjeta del Bienestar en el actual operativo de dispersión en esta frontera percibirán el primer depósito del subsidio dentro de 15 días, informó la Secretaría del Bienestar.
A diferencia de otros programas asistenciales en que los beneficiarios de reciente ingresos tienen que esperar un bimestre entre la entrega de la tarjeta y el depósito del efectivo, este grupo de la población lo tendrá antes del término del mes.
Además, aquellas mujeres que alcancen los 65 años pasarán a ser acreedoras automáticas de la Pensión Bienestar para Adultos Mayores.
Las beneficiarias de entre 60 y 64 años que se inscribieron al programa Mujeres con Bienestar recibirán tres mil pesos bimestrales.
En esta frontera son 8 mil 709 las mujeres que recogen sus tarjetas bancarias desde el 7 de enero pasado. Este grupo representa solamente a las personas que realizaron su registro durante octubre; las mujeres que se apuntaron al programa en noviembre serán citadas en febrero.
Para la entrega de la tarjeta se habilitaron cuatro sedes en la ciudad: el gimnasio Josué “Neri” Santos, el audiovisual del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez, el oratorio Salesiano Lupita, ubicado en la calle Oaxaca 1015 en la colonia Manuel Morelos 3, y en el gimnasio municipal Raúl Palma Cano, en el área de El Mezquital.
El período de dispersión para este grupo de beneficiarias estará vigente hasta el próximo 31 de enero, adelantó Omar García Palomares, director regional de programas para el Bienestar en Juárez.
De forma adicional, comentó que durante el 2025 el registro para nuevas beneficiarias se habilitará cada dos meses, junto con el registro de Adultos Mayores para la Pensión Bienestar. Esto acontecerá en los meses de febrero, abril, junio, agosto, octubre y diciembre.
Recibirán 3 mp bimestrales
Este programa es parte de los compromisos de campaña de la presidenta Claudia Sheinbaum, y fue puesto en marcha para reconocer a las mujeres mayores de 60 años con la entrega de un apoyo económico de 3 mil pesos bimestrales a las de 63 y 64 años y a mujeres indígenas mayores de 60, durante el primer año de su gestión, para posteriormente convertirse en una pensión universal a todas las mujeres de 60 a 64 años.