SECRETARIO DE ESTADO ANTONY J.BLINKEN SE REUNE CON SECRETARIAS DE RELACIONES EXTERIORES,COMERCIO Y ECONOMIA DE MEXICO

Secretario de Estado Antony J. Blinken junto a la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, la secretaria de Economía de México, Raquel Buenrostro, y la representante comercial de EE. UU., Katherine Tai, en conferencia de prensa conjunta

(Fragmentos)

SECRETARIO BLINKEN: Hola, y buenos días a todos. Buenos días a todos y todas. Es muy grato estar con ustedes hoy y, en particular, con nuestras colegas la secretaria Bárcena, la secretaria Buenrostro y mis buenas amigas y colegas la secretaria Raimondo y, por cierto, la representante comercial Tai.

También tengo gran expectativa, Alicia, de verla la próxima semana en México para continuar allí nuestro diálogo sobre seguridad.

Antes de adentrarnos en lo que hemos estado haciendo en el día de hoy, permítanme dedicar un momento a expresar mis profundas condolencias por el fallecimiento de la senadora Dianne Feinstein. Tuve el honor de desempeñarme en el Senado mientras la senadora Feinstein estaba allí. Tuve la oportunidad de viajar con ella, incluso a Medio Oriente. Fue una pionera de la política estadounidense, una voz influyente en los esfuerzos para fortalecer la seguridad nacional de Estados Unidos y para que sea más inclusiva, incluido a través de su papel de liderazgo en la comisión de inteligencia. Y fue una firme defensora, como todos aquí saben, de entablar lazos más estrechos con México, que se encuentra inmediatamente al otro lado de la frontera del Estado al que amó y sirvió tan admirablemente durante décadas.

Nos reunimos en un momento en el que se registra un impulso sin precedentes en la relación entre Estados Unidos y México. Si observamos los datos del año pasado, nuestro comercio bilateral alcanzó un récord de USD 860.000 millones. Previamente este año, México se convirtió en el mayor socio comercial de Estados Unidos.

Nuestros dos países comparten una visión con respecto a nuestro futuro económico, que se define por la competencia leal, la apertura, la transparencia y la medición de la prosperidad no solo considerando cuánto crecen los países, sino cuántas personas participan de ese crecimiento. 

Como se habló esta mañana, al crear incentivos adecuados en los entornos de negocios y aprovechar las fortalezas respectivas de nuestras dos naciones, tenemos una gran oportunidad de lograr que América del Norte sea la región más competitiva, más productiva y más dinámica del mundo. De eso se trata en definitiva este diálogo.

Continuaremos nuestros esfuerzos por fortalecer, expandir y diversificar las cadenas de suministro en industrias emergentes como vehículos eléctricos y semiconductores. Hoy, de hecho, estamos lanzando un plan de acción conjunto sobre semiconductores destinado a acelerar nuestra integración, con el fin de dar mayor escala a nuestros esfuerzos para atraer nuevas inversiones. Con el liderazgo del presidente Biden, estamos construyendo tecnologías regionales de energía no contaminante y cadenas de suministro de semiconductores implementando la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley sobre Ciencia y Creación de Incentivos Útiles para Producir Semiconductores (CHIPS) que darán impulso a nuestras economías en este siglo.

La reforma del sitio web de tipo “ventanilla única” de México está proporcionando a los posibles inversores la información tributaria y regulatoria que necesitan para poder capitalizar esta ley histórica. 

Y estamos tomando medidas que procuran mejorar y fortalecer aún más nuestra actuación coordinada en la frontera, y que incluyen poner a prueba un puerto modelo para agilizar las inspecciones e identificar formas de reducir los tiempos de espera, facilitando el cruce legal de personas y mercancías, al tiempo que reforzamos nuestra capacidad de responder al fentanilo y otros narcóticos ilegales.

También estamos actuando contra las causas fundamentales de la migración irregular favoreciendo oportunidades económicas. En el sur de México, en el norte de América Central, nuestras agencias de desarrollo —USAID y AMEXCID— apoyan a cinco… perdón, 50.000 estudiantes, agricultores y otros actores en lo relativo a empleos, capacitación, acceso a mercados y capital. 

Cuando las personas pueden ganarse la vida, cuando confían en su seguridad económica, cuando pueden poner comida en la mesa para sus hijos, cuando pueden forjar un futuro en su país, eso es exactamente lo que elegirán hacer. Y entonces será menos probable que emprendan el viaje sumamente peligroso y arriesgado hacia el norte.

Estamos colaborando para cerciorarnos de que los trabajadores en ambos lados de la frontera estén preparados para tener éxito en las industrias del futuro. Eso incluye asociaciones como la que tienen la Universidad Estatal de Arizona y el Tecnológico Nacional de México, que ofrecen a estudiantes mexicanos un curso de ocho semanas sobre conocimientos de inglés aplicado a la industria de semiconductores. Esta labor orientada al desarrollo de la fuerza laboral y de las aptitudes, es un aspecto fundamental de nuestra asociación económica y, una vez más, el objetivo de fortalecer nuestra competitividad conjunta.

Cuando el entonces vicepresidente Biden inició este diálogo hace una década, expresó que la relación entre nuestros países y pueblos —y cito sus palabras— “estaba afianzada en una frontera común, una cultura en común, valores en común, sueños en común y en el potencial en común”. Es por esa razón que lanzamos este diálogo en 2021, o más bien lo relanzamos. Y al seguir profundizando nuestra integración económica, confío en que seguiremos haciendo realidad el potencial compartido extraordinario al que se refirieron el presidente Biden y el entonces vicepresidente Biden.

SECRETARIA RAIMONDO: Muchas gracias. Gracias y buenas tardes, y expreso un agradecimiento especial al secretario de Estado Blinken por recibirnos para una sesión excelente e importante. Es un honor estar aquí. Les doy una cálida bienvenida a las secretarias Buenrostro y Bárcena por acompañarnos aquí en Estados Unidos. 

También quisiera expresar mis condolencias y mi gratitud por la senadora Feinstein. No solo fue una firme defensora de las personas inmigrantes, sino que además fue una verdadera pionera y alguien a quien muchas de nosotras, las mujeres de la política y la administración pública, admiramos durante muchos años. Ella allanó el camino para el resto de nosotras, y su fallecimiento representa una pérdida realmente inmensa para nuestro país.

Como se ha dicho, Estados Unidos y México tienen una relación comercial increíblemente importante, significativa y cada vez mayor, una de las mayores del mundo. Sin embargo, la relación no se limita solo al comercio, sin perder de vista la importancia y la magnitud que este tiene. La relación incluye firmes lazos históricos, familiares y culturales. Y creo que eso es algo que tenemos que recordar. Al celebrar 200 años de relaciones bilaterales, de nuestra relación bilateral, sí, propongo que nos apoyemos en el comercio y sí, que ampliemos ese comercio. Pero sigamos trabajando juntos como vecinos y como socios de larga data.

Hace dos años, nuestros gobiernos volvieron a convocar al Diálogo Económico de Alto Nivel, y yo…ha sido un compromiso muy positivo y productivo en ese tiempo. Nuestro objetivo en este diálogo es facilitar para nuestros países el comercio, la inversión y la innovación. Y al generar prosperidad regional, como se ha dicho, contribuiremos a desarrollar fuerzas laborales diversas y altamente calificadas, estimular la próxima ola de crecimiento económico y hacerlo de una manera que sea inclusiva, para que todos los pueblos de nuestros dos países tengan la oportunidad de participar en la prosperidad económica que, juntos, nos proponemos crear.

Como han escuchado, hoy ha sido una oportunidad de analizar los progresos que hemos logrado en los últimos años, pero sobre todo, de hablar acerca de hacia dónde vamos desde aquí, y los avances que conseguiremos juntos a medida que avancemos. Y una de las áreas en las que estoy sumamente enfocada es el área de semiconductores. Nosotros, en el Departamento de Comercio, estamos trabajando arduamente en implementar la Ley sobre CHIPS y Ciencia, que sin duda dará impulso a la industria de semiconductores de Estados Unidos, y creará cientos de miles de puestos de trabajo bien remunerados en el área de semiconductores aquí en Estados Unidos. 

Pero se presenta una oportunidad inmensa de que México también participe en los beneficios económicos de la cadena de suministro. Estamos procurando utilizar el Diálogo Económico de Alto Nivel para definir formas más eficaces de coordinación con el fin de concretar las oportunidades económicas significativas que se plantean para los trabajadores mexicanos y las empresas mexicanas, incluidas las pequeñas y medianas empresas mexicanas. Simplemente genera una oportunidad para que México sea parte de nuestras iniciativas e incorporarlo a los esfuerzos para construir cadenas de suministro más resilientes actuando en asociación con nuestros aliados y con nuestro vecino.

Por lo tanto, en las próximas semanas y meses, continuaremos nuestra interacción con el sector privado, con los trabajadores, con la sociedad civil y con las instituciones académicas, que son esenciales para nuestro éxito, sin excepción. Y creo que puedo decir en nombre de todos nosotros que tenemos grandes expectativas del Diálogo Económico de Alto Nivel y la función que tendrá en el logro de esta visión. Juntos, contribuiremos a una América del Norte segura y próspera que esté preparada para lidiar con los desafíos que plantea el siglo XXI. Gracias, y gracias por recibirnos.

EMBAJADORA TAI: Hola a todos. Gracias por estar aquí con nosotros. Como lo señalaron mis colegas, nuestra relación con México es especial e importante. Compartimos algo más que la frontera. El mero volumen de nuestro comercio bilateral de bienes y servicios habla por sí solo: más de USD 2.000 millones al día. México es ahora nuestro principal socio comercial, y tenemos un acuerdo comercial importante, el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, que ha afianzado incluso más nuestros lazos.

También quisiera tomarme un momento, al igual que mis colegas, para rendir homenaje a la figura excepcional de la senadora Dianne Feinstein, quien fue una firme defensora y promotora del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá. Quisiera señalar además que esta ha sido una semana difícil para todos nosotros, ya que también falleció a principios de esta semana otro gran defensor de nuestros esfuerzos para renovar nuestros lazos comerciales e incorporar un nuevo enfoque en materia de comercio, Tom Conway, presidente del sindicato de trabajadores del sector de acero United Steelworkers. Ha sido una semana difícil, pero una semana oportuna para tener presentes a nuestros promotores y continuar su legado.

Nuestros pueblos tienen una historia y una cultura compartida que data de varios siglos. El año pasado, celebramos 200 años de relaciones bilaterales, y es esta conexión humana la que distingue y refuerza nuestra relación. Por eso, el presidente Biden relanzó este diálogo en 2021, para trabajar juntos con el objeto de que nuestro pueblo disfrute de una mayor prosperidad y calidad de vida. El comercio desempeña un papel sumamente importante en nuestros esfuerzos en pos de esta visión. Invertir en nuestra gente y en nuestros trabajadores es una prioridad para nuestra administración y un pilar fundamental de nuestra política comercial centrada en los trabajadores.

Este nuevo enfoque reviste especial importancia, ya que nuestros dos países continúan transitando una economía mundial que cambia constantemente y que está marcada por una crisis climática que se acentúa, tensiones geopolíticas en aumento, inseguridad alimentaria y desigualdad creciente. Junto con México, estamos trabajando para mitigar el riesgo de futuras interrupciones en la cadena de suministro. Por ejemplo, estamos estableciendo un mecanismo en el marco del T-MEC para asegurar la cooperación durante las interrupciones del flujo comercial que se producen en períodos de crisis y emergencias. Y estamos capitalizando nuestra relación comercial para mejorar la situación de todos los trabajadores y para impulsar una carrera hacia la excelencia en América del Norte, en consonancia con nuestra visión conforme al Pilar Cuatro de este diálogo: “Invertir en nuestra gente”.

Separadamente, a través del T-MEC, la oficina de la Representante de Comercio de EE. UU. (USTR) está trabajando en colaboración estrecha con el Gobierno de México para asegurar que se respeten los derechos de los trabajadores a la libertad sindical y la negociación colectiva. En el último año, hemos asegurado victorias para trabajadores en varias instalaciones en México: nuevos acuerdos de negociación colectiva, aumentos salariales importantes y condiciones de trabajo más seguras. Esto está teniendo un impacto concreto en las vidas de las personas a ambos lados de la frontera.

Nuestro acuerdo también funciona de muchas otras maneras. Estamos colaborando en el desarrollo de la fuerza laboral con el objeto de preparar a nuestra gente, especialmente a las mujeres, a nuestros jóvenes y a comunidades relegadas, para impulsar su éxito en una nueva era. Estamos trabajando juntos en temas ambientales importantes, y estamos empoderando a pequeñas empresas y emprendedores para que obtengan plenos beneficios a través del T-MEC. Apenas la semana pasada, acompañamos a nuestros socios en la Ciudad de México durante el segundo Diálogo de Pequeñas Empresas del T-MEC. 

A su vez, sabemos que hay mucho más que debemos y podemos hacer juntos. 

Quisiera terminar refiriéndome a la importancia de la participación de las partes interesadas. El éxito de nuestro trabajo en el marco del diálogo dependerá de quiénes obtengan un lugar en la mesa, ya que las políticas e iniciativas no deben llevarse a cabo en forma aislada ni reflejar únicamente las opiniones de un grupo selecto. Por lo tanto, voy a concluir mis comentarios volviendo a donde empecé, poniendo foco en nuestra gente. 

Debemos escuchar directamente a esas personas, sobre todo a quienes forman parte de comunidades históricamente relegadas y subrepresentadas en México y en Estados Unidos. No solo deben tener un lugar en la mesa, sino que sus voces deben contribuir a definir nuestro trabajo en el futuro. Y voy a citar las palabras que expresó el presidente Biden en las Naciones Unidas a principios de este mes, cuando señaló que debemos “estar a la altura de las promesas que nos hemos hecho a nosotros mismos, a los demás a los más vulnerables, y a todos aquellos que heredarán el mundo que creamos”.

Espero con interés el trabajo continuo que mantendremos con todos mis colegas aquí presentes y con nuestras partes interesadas. Muchísimas gracias.

SECRETARIO BLINKEN: Muchísimas gracias por la pregunta. Este es un desafío compartido y una responsabilidad compartida para Estados Unidos y para México. El fentanilo que llega a Estados Unidos es la principal causa de muerte de estadounidenses de entre 18 y 49 años, por lo que para nosotros representa una prioridad nacional. Es una prioridad en el espectro completo de acciones que debemos tomar, y eso comienza con trabajar para reducir la demanda, trabajar para aumentar las posibilidades de tratamiento, asegurándonos de que las personas puedan obtener ayuda cuando la necesiten. Y estamos impulsando esfuerzos absolutamente masivos para hacer eso en este país, incluso mediante campañas de información pública y acciones a nivel comunitario, estatal y nacional.

Pero también tenemos que actuar, como he dicho, en la totalidad del espectro. Eso incluye nuestra frontera, eso incluye a nuestro socio cercano México, e incluye a países de todo el mundo porque se trata de un desafío global. Muchos de los precursores químicos que se incorporan al fentanilo se fabrican casi al otro lado del mundo, luego llegan a nosotros en México, se incorporan a la fabricación del fentanilo, y se envían a través de la frontera. Por lo tanto, también tenemos que lidiar con esa parte de la cadena.

Digo todo esto porque, este verano, hemos reunido una coalición de países –más de cien ahora–, y México y Estados Unidos desempeñan un papel de liderazgo muy importante para asegurarnos de estar actuando en forma cooperativa y colectiva contra el desafío de los opioides sintéticos. Este es un desafío que simplemente no afecta solo a Estados Unidos o México. Estamos viendo que esto se manifiesta en todo el mundo. Estamos viendo presencia de captagon, estamos viendo metanfetaminas, y estamos viendo otros opioides sintéticos que causan estragos en varias partes del mundo. Y el mismo fentanilo; si bien en Estados Unidos tuvimos el papel de “canarios en la mina de carbón”, ahora estamos viendo que aumentan el uso y la distribución del fentanilo en varias partes del mundo, ya que estos cárteles delictivos están tratando de generar mercados en otros lugares porque nuestro mercado, trágicamente, se ha saturado.

Pero en cuanto a lo que Estados Unidos y México están haciendo juntos —y Alicia habló de la importancia que ambos reconocemos a esto— creo que es muy importante señalar que no solo tenemos una responsabilidad en el lado de la demanda, sino que además tenemos una responsabilidad cuando se trata de las armas que están entrando en México, y que están ayudando a alimentar la violencia que acompaña a los carteles que están involucrados en el negocio de las drogas y la violencia en general. Sentimos un profundo sentido de la responsabilidad. El año pasado, por primera vez, convertimos en delito federal la participación en el tráfico de armas. Este es un nuevo elemento y una nueva herramienta muy importante. Estamos trabajando incluso de manera más estrecha para llegar a las armas antes de que ingresen en México, y trabajando en colaboración con las fuerzas del orden público de México.

A su vez, se está dando una colaboración muy importante en México, con las autoridades mexicanas, en lo relativo a lidiar con el fentanilo, la fabricación, los laboratorios, etcétera, en México. Hemos desmantelado laboratorios de drogas sintéticas, hemos perseguido redes criminales y sus finanzas, y hemos reducido la cantidad de armas de fuego ilícitas, el dinero en efectivo y otros bienes ilícitos que cruzan nuestra frontera. Y apoyamos con firmeza a México en sus esfuerzos para contrarrestar la producción y el tráfico. Prestamos asistencia para realizar incautaciones e investigar a estos laboratorios clandestinos de drogas. Estamos previniendo el desvío de precursores químicos. Estamos aumentando el intercambio de información sobre las drogas sintéticas y los precursores. Estamos incrementando la seguridad en nuestros puertos de ingreso.

Cabe señalar que de los opioides sintéticos y del fentanilo que llegan a Estados Unidos a través de México, del fentanilo que confiscamos, el 95% entra a través de puertos de ingreso legales. Por lo tanto, los esfuerzos que estamos haciendo para fortalecer incluso más nuestra capacidad de detectar y detener este flujo, son un elemento muy importante.

Entonces, es una manera muy extensa de decir que, para nosotros, esta es una cuestión de responsabilidad compartida, una obligación compartida, una inquietud compartida. Pero excede a Estados Unidos y a México. Representa un desafío global, un problema global, y nuestros dos países ahora están trabajando, como dije, con más de otros cien países para abordar esto de maneras nuevas y efectivas.

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