El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este domingo que finalmente la Casa Blanca llegó a un acuerdo con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para elevar el limite de la deuda durante un periodo de dos años.
“Este acuerdo es una buena noticia para el pueblo estadounidense, porque evita lo que podría haber sido un incumplimiento de pago catastrófico que habría llevado a una recesión económica, cuentas de jubilación devastadas y millones de empleos perdidos”, indicó en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
Biden reconoció que el acuerdo contiene concesiones de los demócratas, pero mantiene las “prioridades clave” de su Gobierno. “El acuerdo representa un compromiso, lo que significa que no todos obtienen lo que quieren. Esa es la responsabilidad de gobernar”, afirmó.
“Es un importante paso adelante que reduce el gasto mientras protege programas críticos para los trabajadores y hace crecer la economía para todos”, añadió.
“Durante los próximos días, nuestros equipos de negociación finalizarán el texto legislativo y el acuerdo irá a la Cámara y el Senado”, agregó.
La noticia llega tras unas intensas jornadas de contactos entre los equipos de Biden y McCarthy durante la jornada del sábado, en la que ya se anunció un principio de acuerdo tras una llamada entre ambos. El republicano instó a las partes a trabajar de cara a la votación del texto, prevista para el miércoles.
Aunque no se conocen detalles sobre lo acordado, según McCarthy recoge una “histórica” reducción del gasto público y reformas que “sacarán a las personas de la pobreza y las incorporará a la fuerza laboral”. Además recalcó que no contiene nuevos impuestos ni nuevos programas del gobierno.
“Votaremos por un acuerdo que limite la deuda (y) detenga el gasto imprudente de los demócratas, recupere los fondos de la Covid-19 no gastados, bloquee los nuevos esquemas fiscales de Biden y mucho, mucho más”, precisó McCarthy con anterioridad en su perfil de Twitter.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, puso como fecha límite para la aprobación de la medida el próximo 5 de junio, por lo que la Cámara de Representantes trabaja ya a contrarreloj para dar ‘luz verde’ al texto y que sea firmado por Biden cuanto antes.
Yellen alertó anteriormente de que no llegar a un acuerdo sobre el techo de la deuda provocaría “una catástrofe económica y financiera” que desencadenaría una recesión mundial y amenazaría con socavar el liderazgo estadounidense.
El límite de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno de los Estados Unidos está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, los reembolsos de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
El país alcanzó el pasado 19 de enero su límite de deuda legal, de 31.4 billones de dólares, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir desde entonces a medidas extraordinarias para pagar las cuentas.