Tres empresas químicas, Chemours, DuPont de Nemours y Corteva, acordaron pagar mil 185 millones de dólares para resolver una demanda colectiva en Estados Unidos que les acusa de contaminar aguas potables con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS), conocidas como tóxicos o compuestos “permanentes”.
El acuerdo, alcanzado en un tribunal de Carolina del Sur y aún sujeto a aprobación de un juez, es el más sustancial hasta la fecha para un caso de contaminación por PFAS, y llega en un momento en que la Justicia del país cierra el cerco sobre las grandes empresas involucradas en esta crisis medioambiental y de salud, entre ellas la industrial 3M.
Chemours, Dupont y Corteva, que en el pasado integraban una misma empresa, fueron denunciadas en una demanda colectiva de unas 300 administraciones a lo largo del país contra un grupo de fabricantes y vendedores de un producto de espuma utilizado para apagar incendios cuyos PFAS, argumentan, se filtraron en sus suministros de agua.
Un bufete de abogados que representa a los denunciantes y que negoció el acuerdo con las empresas, Napoli Shkolnik, aseguró que la “monumental” compensación -que les evita ir a juicio sin admitir culpabilidad- “simboliza la aceptación silenciosa” de su responsabilidad en la crisis de los PFAS.
Tras conocerse el acuerdo, Chemours se disparó un 24 por ciento en Wall Street, DuPont un 7.31 por ciento y Corteva un 3,.82 por ciento, mientras que 3M se revalorizó un 8.75 por ciento.
DuPont y sus empresas asociadas, dijo el bufete, enfrentan aún más responsabilidad por causar “daños personales y cáncer” a personas, incluidos bomberos y militares; “daños a la propiedad” en hogares, y daños a recursos municipales, como aeropuertos, instalaciones de bomberos e infraestructuras de tratamiento de aguas residuales.
Estas sustancias se utilizan desde hace 70 años por sus propiedades antiadherentes e impermeabilizantes en una multitud de productos, y la exposición crónica, incluso a niveles bajos, está asociada a efectos nocivos para la salud, como enfermedad tiroidea, daños en el hígado y varios tipos de cáncer.
El juez que lleva la demanda colectiva en Carolina del Sur, Richard Gergel, tiene pendientes otras 4 mil causas relacionadas con contaminación por PFAS que se han centralizado en este tribunal, según The Wall Street Journal, y a partir del próximo lunes supervisará un juicio contra las otras acusadas, incluida la industrial 3M.
En los últimos años, y en causas separadas, más de una decena de fiscales estatales de Estados Unidos han demandado a empresas químicas fabricantes de PFAS y algunos de ellos han obtenido cuantiosas compensaciones individuales: Minesota, por ejemplo, obtuvo 850 millones de dólares de 3M en un acuerdo firmado en 2018.