En un nuevo choque de migrantes y elementos de la Guardia Nacional de Texas, los militares consiguieron la expulsión de cientos de solicitantes de asilo provenientes de territorio estadounidense para que éstos regresaran a México, en una aparente violación de la ley estadounidense.
Según denunció el diario El Paso Times, “cientos de migrantes traspasaron montones de alambre de concertina en la frontera entre El Paso y Juárez durante los últimos dos días, formando una línea a lo largo del lado sur de la valla fronteriza de EU dentro del territorio estadounidense para buscar asilo o entrada formal.
Poco después del mediodía de ayer martes, se pudo ver a soldados de la Guardia Nacional ordenando a los migrantes que regresaran a México a través del Río Grande.
“Eso es 100% ilegal”, dijo Adam Isacson, director de supervisión de defensa de la Oficina de Washington para América Latina. “Estas son personas que pueden enfrentar un peligro para sus vidas al otro lado de la frontera. Obligarlos a regresar, especialmente si han puesto un pie en suelo estadounidense, va en contra de la Ley de Refugiados de 1980”, añadió en declaraciones al diario texano.
“Nos obligaban a retroceder y gritaban”, dijo, pidiendo que no se revelara su nombre completo porque tenía la intención de hacer fila en otro lugar a lo largo de la valla fronteriza con la esperanza de solicitar asilo. “Había algunos que no querían irse y aun así gritaban que teníamos que salir”.
La administración Biden implementó varias “vías legales” a principios de este año para los migrantes, incluidos cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, un intento de reducir la inmigración irregular que tuvo éxito durante los primeros tres meses. Pero tanto el programa de permiso humanitario como el de cita CBP One tienen un exceso de solicitudes y algunos inmigrantes dijeron que no podían seguir esperando.