En Ohio, Estados Unidos, un niño tuvo que ser operado de emergencia luego de que se tragara casi cuarenta piezas de chicle.
De acuerdo con el Daily Mail, el niño empezó a presentar calambres estomacales y diarrea luego de que los chicles comenzaran a juntarse en su estómago y obstruyeran su sistema digestivo, por lo que tuvieron que someterlo a cirugía para sacarle la goma de mascar por la garganta.
Aunque no sufrió efectos a largo plazo, los doctores dijeron que tuvo suerte de que el chicle no bloqueara sus intestinos, pues esto hubiera provocado que se perforaran y la goma se filtrara por su cuerpo.
Ante esto, llamó al centro de envenenamiento local, quienes le aconsejaron que acudiera a emergencias si el niño presentaba problemas estomacales.
Horas después el menor comenzó con dolor de estómago y diarrea, por lo que, al ser llevado al hospital, los médicos descubrieron que tenía una gran masa denominada bezoar en su estómago, ocupando cerca del 25% de su espacio.