Los riesgos laborales en la industria automotriz de Estados Unidos se centran en las llamadas Big-3 (General Motors, Ford y Stellantis), de acuerdo con el propio enfoque de estas tres empresas.
La coyuntura pone de relieve el asunto de los costos laborales: el sindicato United Automobile Workers (UAW) inició el pasado viernes una huelga en tres plantas del Medio Oeste de Estados Unidos, propiedades de cada una de este trío de compañías, suspendiendo la producción en forma simultánea.
General Motors, Ford y Stellantis tienen proporcionalmente más trabajadores sindicalizados que el resto de sus competidores, pagan más a sus empleados y han realizado más compromisos laborales derivados de los estímulos del gobierno estadounidense para la transición a vehículos eléctricos.
Por ejemplo, sustancialmente todos los empleados por horas de General Motors están representados por sindicatos y cubiertos por convenios colectivos que deben negociarse de vez en cuando, incluso a nivel de las instalaciones locales.
En 2023, sus convenios colectivos con la UAW en Estados Unidos y Unifor en Canadá, así como los convenios colectivos en México, expirarán, lo que requerirá la negociación de nuevos convenios.
“Como resultado, podemos estar sujetos a un mayor riesgo de huelgas, paros laborales u otros tipos de conflictos con sindicatos y empleados”, dijo General Motors en su último informe anual.
Según Ford, los costos laborales por hora, incluidos los beneficios, para las Big-3 se cifran en una media de alrededor de 60 dólares, en comparación con los 50 dólares para los fabricantes de automóviles extranjeros en Estados Unidos y los 40 dólares para Tesla.
A su vez, la gran mayoría de los empleados por hora de las fábricas de Ford Blue y “Ford Model e” (que inventa vehículos eléctricos innovadores) en Estados Unidos y Canadá están representados por sindicatos y cubiertos por convenios colectivos.
Durante 2022, el estado de Tennessee otorgó incentivos vinculados con reducciones de impuestos sobre la tierra, el capital y la propiedad, en relación con la inversión de capital de Ford en su nueva planta de ensamblaje de vehículos eléctricos y compromisos laborales. Estos incentivos están disponibles hasta diciembre de 2051.
El valor razonable del beneficio de la tierra en 2022 fue de 144 millones de dólares y se registró en Propiedad Neta totalmente compensado por el valor del incentivo fiscal. Se espera recibir una subvención de capital de unos 285 millones de dólares en 2023 y reducirá los gastos de depreciación y amortización durante la vida útil de los activos relacionados.
En Canadá, el gobierno nacional y la provincia de Ontario otorgaron incentivos a Ford en relación con el desarrollo de vehículos eléctricos en su planta de ensamblaje de Oakville en 2022.
Consecuentemente, la empresa espera recibir equipos, herramientas e incentivos laborales por un valor de 590 millones de dólares canadienses durante los términos de los acuerdos desde 2024 hasta 2033 y se reconocerán como una reducción de los gastos relacionados