En marzo, durante un mitin en Georgia, Trump demostró un patrón de discurso que ha alarmado a expertos en lingüística, psicología y memoria.
Expertos han revisado fragmentos recientes de los discursos de Trump y empezaron a notar el incremento en oraciones cortas, repeticiones, y un orden de palabras confuso.
También tiene extensas digresiones que dificultan seguir una línea coherente de pensamiento.
Advierten en un artículo de Stat News que puede deberse al envejecimiento natural hasta el inicio de una enfermedad cognitiva como el Alzheimer.