Ignacio López Tarso falleció ayer a los 98 años, su secretaria particular durante 38, Lourdes Mogollón, confirmó que la causa oficial de muerte del primer actor fue “un paro cardíaco”, aunque no tiene certeza en la hora, se informó que fue cercana a las 19:00 horas. Lulú, como se le conoce en la industria, también compartió que el maestro “se fue en paz” y acompañado de su familia.
Mogollón informó que durante sus últimos momentos don Ignacio ya no estaba consciente, “se fue tranquilo y no expresó palabras finales”. También comentó que casi toda su familia lo pudo despedir. “Sólo faltó su nieta más chica, Sofía (Montaño), que está en el Cirque du Soleil, no pudo venir, pero va a llegar después”.
Lourdes, a las afueras Star Médica, reveló que otros nietos, como el famoso baterista Antonio Sánchez logró llegar desde Barcelona, así como el que vivía en Canadá e Ignacio Aranda, hace unas horas, confirmó que su hija Jimenase estaba trasladando desde San Cristóbal de la Casas, Chiapas. “Todos (se despidieron)”, enfatizó Mogollón.
Lourdes también confirmó que la familia de López Tarso cumplirá su última voluntad y será cremado; por el momento se espera que sus cenizas descansen en algún lugar de su casa, aunque la decisión final la tendrán sus hijos. El servicio fúnebre será mañana en la agencia J. García López Casa Pedregal, de la que los dueños eran amigos del histrión y su familia.
Se espera que después del servicio fúnebre a don Ignacio se le rinda un homenaje con público en el Teatro San Jerónimo, que fue el último escenario que pisó con Aeroplanos, debido a la interrupción de actividades en las tablas obligada por la pandemia de Covid-19. Por ahora un homenaje en el máximo espacio cultural del país, el Palacio de Bellas Artes, no está confirmado.
Ignacio López Tarso no le tenía miedo a la muerte
El maestro, de acuerdo con su secretaria particular, estuvo lucido hasta el viernes pasado, “estaba viendo la telenovela de Erica (Buenfil) y Jorge (Salinas) —Perdona nuestros pecados—, se le pasaban audios o a personas que le hablaban”, explicó Mogollón, quien al tiempo reveló que se esperaba que fuera dado de alta precisamente este 10 de marzo.
Mogollón, quien agradeció ser el brazo derecho de don Ignacio y el trato siempre humano que le dio a ella y a su hija, compartió que su ex jefe no le tenía miedo a la muerte. “Le gustaba mucho la canción de Frank Sinatra (My Way), decía que cuando le tocara esperaba que no fuera feo… no fue ni tan, tan, ni muy, muy”, abundó Lourdes.
Mogollón también mencionó que López Tarso fue siempre un hombre íntegro, de quien espera la gente lo recuerde como alguien siempre cercano, que “nunca negó un autógrafo. Fue sincero, franco, algo que tenía es que era muy honesto, no le gustaba deberle nada a nadie ni hacerle cosas malas a la gente, si alguien no le caía bien, entonces ya no (se alejaba)”.
Su última participación en televisión fue en el unitario de Televisa Vecinos y Lourdes comentó que esta partida fue tan sorpresiva que incluso estaba pactado que iría a grabar el próximo miércoles el que sería su siguiente proyecto. En teatro también se quedaron en el tintero dos puestas en escena más.
Don Ignacio ya no cumplió su último anhelo, el de cumplir “mi edad mínima, los 100”, pero como bien dijo en varias ocasiones, la vida no se mide en tiempo sino en experiencias y él las tuvo todas, desde nacer a 25 años del inicio de un siglo y vivir durante 23 del nuevo; ser esposo, papá, abuelo, bisabuelo y el último gran actor de la Época de Oro. ¡Descanse en paz, maestro!