El ejército israelí afirmó que había lanzado “ataques precisos contra objetivos militares en Irán”, y, según dos de sus funcionarios, sus objetivos no incluían instalaciones nucleares o petroleras. Los informantes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir la operación en curso con los medios de comunicación.
Según informes, Israel atacó la ubicación de la sede del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en Irán. «Estamos atacando cosas que podrían habernos amenazado en el pasado o podrían hacerlo en el futuro», aseveró un funcionario israelí citado por NBC News.
El funcionario agregó que Tel Aviv no está atacando instalaciones nucleares ni yacimientos petrolíferos iraníes. Irán informó a la agencia AFP que no había recibido ningún informe de heridos en los ataques.
Según el ejército, decenas de aviones de la Fuerza Aérea israelí, incluidos más de 100 aviones de combate, aviones de reabastecimiento y aviones espía, participaron en los ataques de la operación nombrada “Días de arrepentimiento” a unos mil 600 kilómetros de Israel.
Los funcionarios y los medios de comunicación iraníes negaron que se hayan producido ataques aéreos por parte de las fuerzas de defensa de Israel, y afirmaron que las explosiones fueron resultado de la defensa aérea iraní; un funcionario israelí lo negó enérgicamente a Ynet: «Esto es una mentira. Un fracaso total: cero intercepciones», añadió.
Irán cerró el espacio aéreo del país a primera hora del sábado, y los datos de seguimiento de vuelos analizados por The Associated Press mostraban que las aerolíneas comerciales habían abandonado ampliamente los cielos de Irán, Irak, Siria y Líbano.