Una reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores de la UE en Kiev no ha conseguido desbloquear un paquete de 500 millones de euros de ayuda militar a Ucrania.
Hungría mantiene un firme veto a la ayuda desde mayo y no ha cedido pese a las reiteradas peticiones de Josep Borrell, responsable de Política Exterior del bloque, que ha intentado mediar en la disputa bilateral en un intento de mantener un frente unido.
“Al venir a Kiev, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea envían un firme mensaje de solidaridad y apoyo a Ucrania frente a esta guerra injusta e ilegítima”, ha asegurado Borrell al término de la reunión del lunes, a la que asistió el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
“El compromiso de seguridad más firme que podemos dar a Ucrania es la adhesión a la Unión Europea”, ha asegurado Borrell.
Borrell no ha mencionado la postura húngara y se ha limitado a decir que el apoyo de la UE a Ucrania continuaría “en todas las dimensiones”. Péter Szijjártó, representante de Hungría, no ha participado en la reunión ministerial y ha estado representado por un funcionario de menor rango.
Las esperanzas de que se levantara el veto aumentaron después de que la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania suspendiera temporalmente la designación del Banco OTP, el mayor de Hungría, de su lista pública de “patrocinadores internacionales de la guerra”.
El banco fue añadido por primera vez a principios de mayo, desatando la furia de Budapest y un prolongado estancamiento en la toma de decisiones del bloque.
La lista de “patrocinadores” es un compendio de empresas y ejecutivos que, según la Agencia, siguen haciendo negocios en Rusia, pagan impuestos al gobierno central y apuntalan el presupuesto federal que financia la guerra contra Ucrania. La inclusión en la lista no tiene implicaciones legales, pero conlleva graves daños para la reputación.
El gobierno húngaro ha denunciado repetidamente que la inclusión del Banco OTP es “inaceptable” e “indignante”, y ha esgrimido su derecho de veto para frenar el último tramo de ayuda militar de la UE como medio para convencer a Kiev (cualquier decisión de política exterior requiere el voto unánime de los 27 Estados miembros).
Tras meses negándose a hacer concesiones, la Agencia anunció el viernes la suspensión temporal del Banco OTP de la lista de patrocinadores de la guerra, junto con cinco compañías navieras de Grecia.
La retirada definitiva sólo se producirá cuando las empresas incluidas en la lista negra demuestren que han cortado definitivamente todos sus vínculos con Rusia. Hasta hace poco, el sitio web de OTP Bank decía que tenía 2,4 millones de clientes en el país. (La sección rusa del sitio ya no es accesible).
“Esta decisión se ha tomado como resultado de las negociaciones entre los representantes de la Agencia y los representantes de las empresas y gobiernos de estos países para poner fin a la cooperación con la Federación Rusa”, dijo la Agencia en un comunicado.
“La Agencia espera que esta decisión lleve a Hungría a desbloquear 500 millones de euros de ayuda militar vital de la UE para el pueblo ucraniano”.
Pero a pesar del avance, Hungría no ha cedido, alegando que la modificación era insuficiente para satisfacer sus demandas.
“No se ha producido ningún cambio material”, declaró el fin de semana un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. “Mientras el Banco OTP no sea retirado de la lista, Hungría no participará en más financiación de la UE para el suministro de armas a Ucrania”.
La negativa ha impedido a Borrell hacer el esperado anuncio tras la reunión de Kiev, la primera vez que los ministros se reúnen fuera de las fronteras del bloque. Según una transcripción oficial, el presidente Zelenski ha hecho una petición directa para liberar los 500 millones de euros durante su intervención en la reunión.
“Seguimos unidos. No veo a ningún Estado miembro fallando en su compromiso”, ha declarado Borrell a la prensa en Kiev. “Haremos más de lo mismo”.
Borrell ha dichoque propondría un nuevo paquete de ayuda militar de la UE a Ucrania por valor de “hasta 5.000 millones de euros” para cubrir las necesidades del país hasta 2024. El tramo, ha asegurado, formaría parte del programa de 20.000 millones de euros que presentó en verano.
La ayuda se canaliza a través del Fondo Europeo para la Paz, un plan extrapresupuestario que reembolsa parcialmente los gastos en que incurren los Estados miembros como consecuencia de sus continuos suministros a la nación afectada por la guerra, que se encuentra en medio de una penosa contraofensiva contra las tropas invasoras rusas.
“Vendrán más. Espero que podamos llegar a un acuerdo antes de fin de año”, ha dicho Borrell, refiriéndose a la dotación de 5.000 millones de euros.
La propuesta, sin embargo, podría caer pronto víctima de un nuevo veto. El ganador de las elecciones parlamentarias eslovacas, Robert Fico, ha adoptado un programa pro-ruso y ha prometido poner fin a la ayuda militar a Ucrania.